Sociedad

A 100 días del estado de emergencia: lo que superamos y lo que nos falta superar

Faltan pocos días para que termine la cuarentena, sin embargo, el nuevo coronavirus deja cifras en ascenso y una nueva forma de convivencia que debemos aprender a practicar.

Foto: Jorge Cerdán/ La República.
Foto: Jorge Cerdán/ La República.

Han transcurrido 100 días desde que el presidente Martín Vizcarra anunció el estado de emergencia en el Perú. Esta decisión se tomó a fin de evitar que el virus COVID-19 se propague en toda la población.

Entre las medidas dispuestas por el Gobierno está el aislamiento social, el cierre de fronteras, la paralización de actividades económicas no indispensables, la inmovilización o toque de queda y la emergencia sanitaria. Nos convertimos en uno de los primeros países de América Latina en tomar decisiones de manera anticipada, sin embargo, nuestras cifras de contagios y fallecidos, hoy, sobrepasan los 257.000 casos y 8.000 decesos.

Al principio, la población peruana acató obedientemente esta norma. Sin embargo, la falta de apoyo económico y la necesidad de generar ingresos provocó que la informalidad invada nuevamente las calles y con ello, aparecieran las aglomeraciones y focos infecciosos.

En mercados y principales centros de abasto vimos colas inmensas. Lugares como La Victoria o Cercado de Lima, los cuales tienen un alto índice de contagio, fueron ocupados por ambulantes y compradores. Una batalla que hasta hace una semana continuaba.

Finalmente, las autoridades se pusieron de acuerdo y habilitaron los parques zonales de Lima Metropolitana para acoger a los miles de comerciantes que deseaban vender sus productos textiles.

A nivel de regiones el escenario no era tan diferente, incluso, hasta peor. Piura y Loreto fueron los lugares más afectados por la pandemia, hospitales colapsados y un gran número de personas fallecidas a causa de esta enfermedad. Esta razón llevó al Ejecutivo a establecer un horario especial de toque de queda en determinadas zonas del Perú.

Este panorama trae consigo múltiples preguntas, entre ellas, si nuestra reacción para decretar cuarentena fue rápida o por qué llegamos a niveles tan grandes de contagiados.

Para el experto en Salud Pública, Marco Almerí, la cuarentena no tuvo el resultado esperado. Según señala, la gestión que realizó el Gobierno no fue la correcta, incluso - para él - contribuyó con el aumento de casos.

“La cuarentena, por lo menos la que hemos llevado nosotros, ha contribuido con el aumento en el número de infectados y fallecidos. Prácticamente quebró el país. La cuarentena no ha sido bien gestionada, porque como acto médico es muy eficaz, y nos ha conllevado a un desastre sanitario y económico”, comentó en diálogo para La República.

En ese sentido, cuestionó la afirmación del Ministerio de Salud (Minsa), entidad que aseguró que con el confinamiento se evitaron 900 mil casos positivos y 100 mil fallecidos.

“Cómo se puede decir que si no tomábamos la medida hubiéramos estado peor ¿Peor que quién? Porque nosotros estamos peor que otros países. Las medidas que se han tomado aquí en el país son estrictamente literales, en papel. Una gran cantidad de decretos y resoluciones, pero en el hecho concreto y en la práctica, nada”, comentó.

El vicedecano del Colegio Médico y profesor de la Universidad Cayetano Heredia, Ciro Maguiña opina lo contrario. Él considera que el aislamiento social evitó escenarios desastrosos, sobre todo en determinadas regiones del país.

“Qué sería del país si no hubiéramos hecho esta cuarentena. Sería un desastre. (...) Si no se hubieran tomado medidas más severas esto sería un caos”, concluyó a La República.

Según explicó, durante los 100 días que han transcurrido del confinamiento, se ha visibilizado las carencias en nuestro sector salud.

“Hemos tenido un colapso en el norte y en la Amazonía. El sistema de salud se vio colapsado, allí la cuarentena no funcionó. En el centro, la epidemia está en un grado controlado, en Lima que es el foco principal de contagio, la pandemia desnudó la crisis sanitaria, hospitales viejos, falta de oxígeno y ventiladores. El enfoque del Estado ha sido hospitalario, porque descuidó la parte comunitaria. Una cuarentena que no ha funcionado en su totalidad, solamente unas semanas”, comentó el médico infectólogo.

No obstante, resaltó las buenas disposiciones del Ejecutivo como la adquisición de las pruebas rápidas y la declaración del aislamiento social desde el 15 de marzo, 9 días después de conocer el caso 0 de COVID-19.

“Un balance positivo es que el Gobierno hizo una cuarentena a tiempo, en América Latina fuimos los primeros. Logró habilitar la Villa Deportiva para el tratamiento pacientes e invirtió en el funcionamiento de otros establecimiento. Además la adquisición de las pruebas rápidas que ha servido para tener los datos que nosotros tenemos. Yo reconozco el esfuerzo que ha hecho el Gobierno”, indica Maguiña.

Vivir con el virus: la nueva convivencia luego post cuarentena

A 100 días de haber cumplido con el aislamiento dispuesto por el Gobierno, la reactivación económica trae consigo la posibilidad de volver a realizar, nuevamente, nuestras acostumbradas actividades. Salir de nuestra viviendas se convertirá en un acto diario que deberá estar acompañado de medidas de seguridad como el uso de mascarillas y el gel desinfectante.

”La pandemia continúa. No tenemos vacuna, no tenemos tratamiento específico contra el coronavirus. Sigue siendo una amenaza para cada uno de nosotros, de manera que el número de contagios y fallecidos va a continuar creciendo. Ahora debemos seguir con el lavado de manos, mantener el distanciamiento social, usar mascarillas. Además, de potenciar nuestro sistema inmunológico”, recordó Marco Almerí.

El miedo a contagiarse o que existan más casos de lo previsto sigue en vigencia. Una segunda ola se podría visibilizar y así generar colapso en nuestras redes de salud. Ciro Maguiña evidencia la posibilidad de una segunda ola de contagio.

En ese sentido, asegura que la población peruana tiene el poder de evitar escenarios drásticos y pide cumplir con todas las medidas sanitarias dispuestas por el Ministerio de Salud.

“En la práctica no existe la cuarentena. Estamos en una cuarentena chica, es decir que informal, que ya no hay policías ni ejército. En 15 días, con este relajo total de la cuarentena vamos a tener otra ola. ¿De qué depende estas olas?, de la magnitud de la gente acate. Ahora la gente usa mascarillas, se entiende que eso también va a bajar la ola, pero ahora veo hacinamiento, no hay distanciamiento social. Temo que haya una segunda ola y puede ser peor. Ahora la cancha está en la población”, comentó el médico infectólogo.

Salud Mental tras épocas de pandemia

Durante el estado de emergencia 7 de cada 10 personas ha experimentado angustia o ansiedad; es decir el 74 % de la población peruana. Esto según la última encuesta nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

Para el psicólogo clínico Manuel Saravia, en el confinamiento muchos han descubierto su temor a permanecer encerrados y a lo difícil de controlar el estado mental que genera este periodo. Según comentó, lo que antes solo afectaba a personas de la tercera edad, adultos y jóvenes, ahora también se presenta en niños.

Agrega que el nuevo reto será convivir con el virus y la ansiedad que podría provocar salir de casa. Asimismo, hace hincapié a la información inexacta, la cual provoca graves consecuencias en la salud mental.

“De hecho que vamos a tener que aprender a convivir con el virus. Por un lado, habrá mayores índices de depresión, por otro lado, está el síndrome de la cabaña, el cual tiene que ver con personas que han vivido durante un largo periodo de confinamiento y sienten mucho temor por salir de casa. Habrá un sector de la población que tendrá ansiedad de salir a la calle. A la vez, este sentimiento se puede ver reforzado por escenas como ver los carros llenos y aglomeraciones de personas pueden generar pánico”, mencionó.

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