Sociedad

Luis Molina: “Esta enfermedad puede ser fatal si lo agarra a uno desprevenido”

Testimonio. Luis Molina, alcalde de Miraflores, se contagió de COVID-19 en abril pasado y a pesar de su edad, 70 años, ha logrado superar la enfermedad. Este es su testimonio y los planes para su distrito en esta fase de la cuarentena.

Una prueba molecular que Luis Molina se hizo el 30 de abril, después de sentir ciertos malestares, confirmó que era positivo por Covid-19. Tiene 70 años y es hipertenso. Esos antecedentes lo colocaban entre la población de riesgo ante un posible contagio. Cuenta que se asustó mucho, pero siguió el protocolo de aislamiento y el tratamiento médico. Por suerte la enfermedad no se le complicó y no lo puso en estado crítico. Sobrevivió.

Hasta ahora no tiene claro cómo se contagió, pero sí sabe que fue en alguna de sus muchas actividades ediles. Estuvo muy activo en abril, porque en el cuadro de los distritos con mayor número de contagiados Miraflores figuraba en el tercer lugar.

“La principal preocupación de mi gestión era minimizar el contagio. El 13 de abril acompañé a 300 trabajadores municipales, fiscalizadores, limpieza pública y defensa civil al estadio Manuel Bonilla. Nos hicieron una prueba rápida. Hubo 41 afectados y yo salí negativo. Seguí trabajando y el 28 de abril ya me sentí un poco mal, mareado, fastidiado del estómago, con malestar”, cuenta.

Fue a la clínica Good Hope para hacerse una prueba molecular. El resultado usualmente lo dan a las 48 horas. Justo dos días después lo llamó el director de la clínica, lo citó y le comenzó a hablar de la enfermedad, a explicarle los síntomas y las posibles complicaciones. Él empezó a sospechar que se había contagiado del Covid-19.

“Uyy, me está adelantando algo”, hace memoria el alcalde. “El doctor me decía: no te preocupes, puede ser muy leve, pero si caminas dentro de tu departamento y te agitas, hay que hospitalizarte”. Al final le informaron que era positivo por coronavirus y le dieron numerosas indicaciones médicas.

“Yo tengo 70 años, sufro de hipertensión, tomo pastillas dos veces al día. Estaba muy preocupado. Tenía que hacer todo lo que me indicaban, cuarentena total. De los cuartos que tiene mi departamento, escogí uno y me quedé ahí. Solo salía al baño, exclusivo para mí, y separé mis cosas: plato, taza, cubiertos, etcétera”, cuenta Luis Molina.

¿Cuáles fueron sus síntomas? ¿En algún momento se sintió muy mal?

A mí me afectó, sobre todo, el estómago. Y, además, sentía escalofríos durante el día y mucho calor en la noche.

¿No le dio fiebre, dolor de garganta?

No, era sobre todo malestar estomacal, malestar general.

Para esas molestias del estómago le pidió a su esposa que le prepare cosas de dieta, no muy pesadas. Y tomó mucho líquido. En las dos semanas que ha durado su cuarentena ha bajado cuatro kilos. Su hija, Camila, que es médica, le recetó ivermectina de 100 miligramos. Le dio 24 gotas un día, descansó al día siguiente, y otras 24 gotas al tercer día. “Debía tener mucho descanso. Ya después me sentí mejor”, explica.

Nunca se agitó o le faltó el aire. Todos los días lo llamaban el director de la clínica Good Hope y el gerente de desarrollo humano, el doctor Luis Llanos. Lo controlaban todos los días. Pero la enfermedad no avanzó. A pesar de su edad y de su hipertensión, su convalecencia fue moderada. Fue muy afortunado.

“Cumplí todos los protocolos. No tomé nada que no prescribieran los médicos, porque cualquier otra cosa podía complicar mi presión. Otra cosa: la gente que te atiende debe tomar las mayores precauciones”, advierte. El 12 de mayo pasado le volvieron a tomar una prueba molecular: esta vez salió negativa.

Su esposa y su hija también fueron a la clínica y se hicieron la prueba rápida. También salieron negativas. “No se contagiaron. Pero esta enfermedad puede ser fatal si lo agarra a uno desprevenido”, dice el alcalde. Luce bien, bromea, está recuperado.

Miraflores anti-Covid-19

En abril pasado, Miraflores instaló el Comité Distrital de Salud Pública para hacer un plan de acción contra el Covid-19. “Se cerraron los locales municipales: casa del adulto mayor, locales deportivos, centro cultural, huaca Pucllana, se disminuyó a 50% el aforo de los locales que podían atender, se desinfectaron calles, pistas y veredas, y se controlaron los mercados. Ya no estamos entre los tres primeros con número de contagiados, sino en el lugar treinta”, resume Molina.

El alcalde resalta que el 98% de los vecinos ha cumplido con el aislamiento, “salvo aquellos que sacaban a pasear a sus perritos”. Todos han cumplido. En Miraflores son 80 mil vecinos, y lo que ahora le preocupa es la población flotante. “Son 500 mil personas que llegan por trabajo o turismo, y ahí podemos tener un problema”, dice.

Para evitar nuevos contagios el distrito ampliará veredas, martillos y cruces peatonales en las principales avenidas del distrito. Los estacionamientos del óvalo de Miraflores han sido retirados para ampliar las veredas y que la gente tenga distanciamiento de más de un metro.

“La ciudad post-Covid-19 tendrá que ser más peatonal y de micromovilidades. También daremos más tiempo al semáforo para que el peatón y los ciclistas crucen con más tranquilidad”, argumenta el alcalde.

Hoy, en Miraflores hay 19 kilómetros de ciclovías y se ampliarán veinte kilómetros más. También van a implementar seis kilómetros de vías temporales. ¿En qué consisten? “En las horas pico, de seis a nueve, se interviene un carril para que los ciclistas que vienen a Miraflores ingresen rápidamente a su trabajo. Y en la noche, de seis a ocho”, explica el alcalde.

Luis Molina volvió a sus actividades el 13 de mayo, al día siguiente que le dieron de alta. No tiene secuelas del Covid-19. Ahora anuncia obras públicas en pistas y veredas por seis millones de soles, y la construcción del parque Bicentenario en la bajada Armendáriz junto con el Gobierno. También un puente Bicentenario para unir los malecones de Miraflores y Barranco. Todo, como parte de la reactivación del distrito. “Juntos vamos a salir de esta pandemia”, asegura.