Política

El factor Cerrón seguirá influyendo en la presidencia de Pedro Castillo

Tira y afloja. Los votos de los 16 congresistas de su bancada que aún le quedan son suficientes para inclinar la balanza contra el Ejecutivo. Por ello, podrían incrementar sus demandas al mandatario, quien terminaría cediendo por sobrevivencia.

Lejanía. Castillo y Cerrón están cada vez más distantes, pero se siguen necesitando. Foto: difusión
Lejanía. Castillo y Cerrón están cada vez más distantes, pero se siguen necesitando. Foto: difusión

Aunque en la campaña electoral el presidente Pedro Castillo aseguró que no veríamos a Vladimir Cerrón ni de portero, durante su primer año de gestión muchas veces el líder del partido Perú Libre ha dejado bien claro, con gestos, palabras o tuits, cuál es su real poder en el Ejecutivo.

Ni bien supo que el triunfo de su candidato era irreversible, el ex presidente regional de Junín se empeñó en mostrar que tenía un importante liderazgo en el Ejecutivo, advierten los analistas políticos David Sulmont y Paula Távara.

“Castillo no tenía un grupo, sobre todo en el Parlamento, que le dé cierto respaldo político, y se apoyó en Cerrón, quien pensó que con ello podía tener una mayor influencia sobre él. Ha sido una relación tensa entre ambos porque cada quien quería jalar para su lado, pero sabían que se necesitaban”, explica Sulmont.

Producto de esa relación de conveniencia fue el primer gabinete con Guido Bellido como premier, un personaje del más cercano círculo de confianza cerronista.

Vladimir Cerrón, Pedro Castillo

Vladimir Cerrón, Pedro Castillo

Bellido representó la postura radical de Cerrón, que tuvo uno de sus puntos más álgidos en setiembre del año pasado, cuando amenazó a la empresa que explota el gas de Camisea para renegociar el reparto de utilidades con el Estado o de lo contrario se optaría por “la recuperación o nacionalización” del yacimiento gasífero.

A inicios de octubre, Castillo lo apartó, y la reacción de Cerrón fue tuitear: “Cambio de gabinete debe excluir a derechistas, caviares y traidores. Es momento que Perú Libre exija su cuota de poder, garantizando su presencia real o la bancada tomará posición firme”.

Al día siguiente fue designada Mirtha Vásquez, que había sido congresista por el Frente Amplio. Cerrón anunció en sus redes sociales que Perú Libre no le daría el voto de confianza. Efectivamente, parte de la bancada votó en rojo. Aun así, Vásquez logró el apoyo necesario.

Pese al distanciamiento con el presidente, el líder de Perú Libre logró colocar a su exabogado Luis Barranzuela en la cartera del Interior.

Tras la salida de Mirtha Vásquez y el breve paso de Héctor Valer en el premierato, en febrero último, Cerrón se fortaleció. Logró que Aníbal Torres incluyera a tres hombres de su confianza: Hernán Condori en Salud; Carlos Palacios en Energía y Minas; y Ángel Ydelfonso en Justicia, los que terminaron cayendo.

Hernán Condori - Minsa

Cuota. Hernán Condori fue uno de los ministros que impuso el líder de Perú Libre a Castillo.

Sulmont refiere que Castillo se dio cuenta de que la presencia de Cerrón influía en la percepción de que tenía gran poder sobre él, lo que culminó en un alejamiento que se evidenció con la ruptura de la bancada de Perú Libre.

Por su parte, Távara considera que el factor Cerrón ha impedido dar calidad a la función pública, pues por la presión permanente de que se note su poder, forzó una cuota de ministros ineficientes.

“En esa presión permanente de mostrar que manda ha forzado tener una cuota de ministros que han demostrado que no daban la talla para la gestión del Estado. Por ejemplo, hubo una pelea permanente por tener el Ministerio de Salud, lo que significó perder a un ministro que tenía las competencias, como Hernando Cevallos”, comenta.

Equilibrio perverso

La bancada de Perú Libre tuvo su primera división en diciembre pasado, cuando se fue la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, quien había sido expulsada del partido, junto a la vicepresidenta y ministra de Inclusión Social, Dina Boluarte. Poco a poco fueron renunciando, hasta que Perú Libre se quedó con 16 congresistas, que si bien no son muchos, son suficientes para orientar la balanza.

Así lo mostró Cerrón el 26 de mayo último, cuando acudió a Palacio de Gobierno de forma sorpresiva. Según trascendidos, fue a informarle a Castillo que su bancada apoyaría la censura de la titular de Trabajo, tal como lo hicieron nueve legisladores.

Perú Libre

Perú Libre

Lo mismo ocurrió posteriormente con el entonces ministro del Interior, Dimitri Senmache.

Sulmont sostiene que Cerrón tratará de seguir usando su bancada para influir en algunas decisiones del Ejecutivo, a través de una amenaza velada de que sus votos pueden inclinar la balanza hacia la vacancia. “Pero es consciente de que necesita que Castillo siga siendo presidente porque una vacancia terminaría en nuevas elecciones y es muy difícil que vuelva a tener representación congresal”, indica.

Agrega que están en una especie de equilibrio perverso en el que no logra hacer nada.

Para Távara, la salida forzada de Castillo del partido Perú Libre es un rompimiento pensado en negociar con más fuerza. “Hace sentir a Castillo que ha perdido casi la mitad de los votos que necesita para evitar su posible vacancia”, alerta.

Dice que en las actuales circunstancias habrá una negociación permanente en la que Castillo se vería forzado a continuar cediendo por sobrevivencia.

Reacciones

David Sulmont, analista político

“Cerrón usó a Castillo para tener una bancada. No pensó que podía ganar las elecciones. Creyó que con su bancada podía influir en el Ejecutivo, pero no imaginó que Castillo tendría su propio juego”.

Paula Távara, analista político

“El esfuerzo permanente de Cerrón por garantizar un poder en la toma de decisiones ha estado detrás de los conflictos permanentes, que finalmente ha llevado a la ruptura con Pedro Castillo”.