El hombre que ninguna cárcel pudo contener: se escapó usando sopa para deteriorar sus esposas en Japón
Yoshie Shiratori escapó de prisión en Japón cuatro veces, entre 1936 y 1944, con planes que parecen sacados de una película.
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Yoshie Shiratori fue un criminal japonés que actualmente tiene la fama de ser un 'antihéroe'. Ello, debido a las cuatro veces que escapó de prisión. Lejos de organizar fugas normales, los escapes del hombre parecían dignos de una película: desde aprovechar la lluvia para que sus pasos no sean escuchados en el techo, hasta 'deteriorar' con sopa el metal de sus esposas, tras varios días de escupir en ellas.
Su reconocimiento es tal que en el museo de la prisión de Abashari, una de las cuatro cárceles en las que estuvo arrestado, hay una escultura en honor a su escape. Asimismo, su historia inspiró una película que retrata sus increíbles hazañas y hasta se basaron en él para crear un personaje de un reconocido manga y anime japonés.
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Los escapes de Yoshie Shiratori
La primera prisión de la que escapó fue Aomori. Cansado de los maltratos a los reos, Shiratori decidió en 1936 que debía escapar. Notó que entre el cambio de guardias había un lapso de 15 minutos en el que los pasillos no estaban vigilados. Agarró un alambre metálico del cubo para bañarse para forzar la cerradura y salir, sin ser visto.
Su libertad no duró mucho; fue capturado tan solo 3 días después de su escape, esta vez, condenándolo a cadena perpetua. Shiratori no se rindió y volvió a planificar su escape. Esta vez, en la prisión de Akita, logró despojarse de las esposas que tenía en todo momento para escalar hasta el techo para arrancar la estructura de madera de un pequeño tragaluz. Así, solo tuvo que esperar a una noche de tormenta para volver a subir y caminar sobre el techo, para que sus pasos se confundieran con las gotas de lluvia.
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Su tercera parada fue en Abashiri, tres meses después de su último escape. Esta prisión tenía la fama de no contar con escapes en su historial, hasta que llego Shiratori. En esta ocasión, fue esposado de manos y piernas, diseñadas solo para él, y obligado a usar ropa de verano en pleno invierno. Esto no detuvo al atacante, que todos los días escupía sopa de miso en las cadenas y el marco de la ranura de la comida para provocar corrosión. Aprovechó un apagón para escapar, dislocándose ambos hombros para caber en el estrecho espacio.
Finalmente, fue capturado luego de la rendición de Japón, dos años después de su última hazaña. En esta ocasión, mató a un comerciante de tomates, siendo condenado a la pena de muerte y llevado a la prisión de Sapporo. Pensando que utilizaría el techo, se concentraron en vigilar las alturas, en lugar de ver que estaba cavando un túnel con los cuencos de sopa, escapando una última vez.

En la prisión de Abashari, se levantó una estatua que recrea su el escape de Yoshie Shiratori. Foto: Tokyo Weekender.
¿Quién fue Yoshie Shiratori, el hombre que ninguna cárcel pudo contener?
Yoshie Shiratori nació en julio de 1907 en Aomori, Japón. Fue el segundo de tres hermanos, por lo que las circunstancias fueron difíciles para él desde muy niño, siendo criado por un familiar junto a su hermana. A los 18 años consiguió trabajar en un barco ruso pescando cangrejos y pronto se casó. Sin embargo, los problemas para el hombre recién empezaban.
En lugar de mantenerse trabajando honradamente, optó por las apuestas y el robo como método de conseguir dinero. Así, en 1933 asaltó un almacén en Higashitsugaru junto a un grupo de delincuentes, donde el hijo adoptivo del dueño fue asesinado. Dos años más tarde, Shiratori se entregó a la justicia y fue acusado del crimen. Tras sus cuatro fugas, se entregó a la policía diciendo que era un delincuente prófugo. Fue condenado a 20 años de prisión, saliendo a los 14 por buena conducta. Pasó sus últimos años en Aomori, bajo libertad condicional, y falleció en 1979, a los 71 años.
























