La caída del avión Concorde, el 'rey de los cielos', que dejó 114 muertos por un incendio en el motor
Fue considerado el avión de pasajeros más rápido y seguro del mundo; sin embargo, una falla técnica provocó que el 25 de julio del 2000 más de un centenar de personas perdieran la vida en el aeropuerto Charles de Gaulle, en París.
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El avión Concorde, considerado el único en su tipo por ser un modelo comercial supersónico, era conocido como el 'rey de los cielos' debido a la rapidez de sus vuelos y a las altas velocidades que podía alcanzar. Además de los múltiples lujos que ofrecía a sus pasajeros, contaba con numerosas ventajas que lo diferenciaban de marcas competidoras como Boeing.
Puesto en el aire por primera vez en 1969, el avión supersónico Concorde fue batiendo récords con el paso del tiempo y, pese a los intentos por construir aeronaves con capacidades similares, nunca se registró una construcción superior a la desarrollada por el consorcio anglo-francés, que se posicionó durante varios años como símbolo de la aeronavegación comercial de los países occidentales frente a la de la Unión Soviética.
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¿Qué pasó con el avión Concorde?
El avión Concorde fue reconocido durante años como el más seguro del mundo. En una ocasión, presentó la singularidad de aterrizar con una llanta pinchada en un aeropuerto de Nueva York; sin embargo, no fue un hecho que preocupara a su tripulación. Esta característica positiva le permitió ostentar un récord difícil de emular: más de tres décadas de vuelo sin accidentes.
Todo era felicidad con los vuelos que ofrecía el avión Concorde hasta el martes 25 de julio del 2000, cuando, en cuestión de segundos, el prestigio de la reconocida aerolínea se vino abajo a causa de uno de los accidentes más trágicos y con mayor número de víctimas humanas. En apenas tres minutos, 114 personas perdieron la vida luego de que uno de los motores del avión se incendiara.
El motor número 2, el detonante del 'rey de los cielos'
El Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle fue testigo de cómo el vuelo 4590 de Air France, con destino a Nueva York, estaba a punto de elevarse cuando, de pronto, desde la cabina del avión se pidió que se detuviera el despegue debido a un incendio en el motor número 2. "¡Hay fuego en uno de los motores!", advirtió Christian Marty, piloto a cargo. Pese al aviso, el Concorde ya no podía detener la maniobra, por lo que se planificó un aterrizaje de emergencia en Le Bourget, un aeropuerto cercano.
A medida que el Concorde se elevaba sobre el cielo francés, se hizo visible una gran bola de fuego proveniente del ala izquierda. Pocos minutos después, pese a las maniobras del piloto, el avión cayó sobre un maizal ubicado a cinco kilómetros de la pista y explotó. El que alguna vez fue considerado el avión más seguro del mundo dejó un saldo de 114 víctimas, de las cuales 100 eran pasajeros.
Lo que revelaron las cajas negras del avión Concorde
Tras el accidente del Concorde, surgieron diversas teorías sobre las causas del suceso. Sin embargo, no fue hasta la medianoche del mismo día que la Fiscalía del Tribunal de Gran Instancia de Pontoise calificó el accidente ocurrido en París como un "homicidio involuntario". Entre las primeras informaciones, se señaló que el avión había iniciado la maniobra de despegue con retraso debido a "inconvenientes técnicos".
"¿No fue el motor número 2 el que se incendió?", fue una de las preguntas clave que surgieron entre las conversaciones reveladas por las cajas negras del Concorde. A partir de esta interrogante, comenzaron a formularse diversas hipótesis sobre la falla del motor. Elizabeth Senot, vocera de la Fiscalía, aseguró que "el piloto se había dado cuenta de la avería, pero ya era muy tarde para frenar debido a la velocidad".
Pese a la conclusión de Senot, hubo una respuesta por parte de André Turcat, piloto que comandó el primer vuelo experimental del Concorde en 1969, quien afirmó que, a una velocidad de 300 km/h —velocidad a la que se encontraba el avión—, aún era posible frenar. Añadió que la causa del accidente debía atribuirse a algo más que una simple demora en la reacción.
Con el avance de las investigaciones, se determinó que la falla en el Concorde se debió a una cinta metálica desprendida de otro avión. Esta impactó contra uno de los neumáticos, y parte de la goma desprendida golpeó el motor del ala izquierda, lo que provocó un incendio fatal.
El último vuelo del Concorde
A pocos años de la tragedia, y una vez esclarecidas las causas que desencadenaron el accidente, el Concorde realizó su vuelo final con Air France y British Airways, en el que transportó a personalidades importantes y ejecutivos de ambas empresas. La salida definitiva del Concorde era previsible: tras el accidente, el público dejó de confiar en sus vuelos y mantener la operación de estos aviones se volvió económicamente inviable.
La compañía realizó una gira de despedida por Canadá y Estados Unidos, además de ofrecer vuelos de exhibición en el Reino Unido antes de que el Concorde ingresara al Museo de la Aviación. De esta forma, se despidió a quien alguna vez fue considerado el ‘rey de los cielos’, cuya reputación, otrora celebrada, fue quedando en el olvido con el paso del tiempo.

























