Atentado contra Miguel Uribe en Colombia: la escalada de violencia política en América Latina
La mancha de violencia política en América Latina no logra borrarse, y, por el contrario, sigue en aumento. Esta vez la víctima fue el senador colombiano Miguel Uribe, quien lucha por sobrevivir tras recibir dos balazos.
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El comienzo de la carrera electoral en Colombia se vio empañada el último sábado 7 de junio con el intento de asesinato contra el precandidato presidencial de 39 años, Miguel Uribe Turbay. El lamentable hecho en Bogotá rememora trágicos episodios en la política de América Latina. En 2024, más de 200 líderes sociales fueron asesinados en Colombia, según cifras de Amnistía Internacional.
Todo parte de la inestabilidad política. "Los hechos de violencia son un síntoma de esa inestabilidad", aseveró el profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia, Alejandro Mantilla Quijano. La democracia se ve amenazada con el crecimiento incontrolable de la violencia en la región.
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Colombia, manchada de sangre una vez más
Así fue percibido el atentado contra el senador opositor colombiano Miguel Uribe Turbay, quien fue baleado durante un mitin improvisado en Bogotá el sábado 7 de junio. A los 5 años, la madre de Uribe, Diana Turbay, fue asesinada por la espalda por un comando de Pablo Escobar. "Buscando un mejor futuro para los colombianos fue asesinada por el narcotráfico. Es mi mayor inspiración”, así la recuerda Miguel, quien hoy corre el mismo peligro.
El atentado contra Uribe Turbay generó preocupación, temor y un clima de escepticismo entre muchos colombianos. Diversas voces cuestionan que, pese al paso del tiempo, el país no haya aprendido de su historia y parezca repetir los mismos errores. La conmoción por el ataque al senador de 39 años mantiene a la ciudadanía en estado de alerta. Aun así, una parte significativa de la sociedad rechaza resignarse a un destino inevitable.
El atentado dejó un adolescente detenido, quien sería el autor responsable del crimen. Hace 3 décadas, 3 candidatos presidenciales en Colombia fueron asesinados durante sus campañas, Carlos Pizarro Leongómez, Luis Carlos Galán y Bernardo Jaramillo Ossa. Álvaro Gómez Hurtado, candidato derechista, fue asesinado en 1995.
Latam bajo fuego: los atentados que sacudieron su política en los últimos años
Colombia recibió un duro golpe en medio de una ola de violencia que azota al país, y de la cual aún no logra recuperarse. América Latina vivió episodios de violencia política reciente. En 2023, el entonces candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinato en Quito (Ecuador) cuando salía de un mitin de campaña. Ecuador es uno de los países más golpeados por la violencia política: hay un miedo generalizado en el país. Por ello, en el debate con miras a las elecciones en 2023, Daniel Noboa arribó al lugar con un chaleco antibalas.
Otro episodio de violencia registrado en la región ocurrió en 2018 en Minas Gerais (Brasil), cuando el entonces candidato Jair Bolsonaro fue apuñalado durante un mitin. Para Paulo Nicolli, desde la llegada de Bolsonaro al poder se ha generado que la escalada de violencia adquiera un alcance nacional. En argentina, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner también fue víctima de intento de asesinato: en 2022 un hombre apuntó con un arma a centímetros de su rostro, pero no logró disparar.
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La represión, una arista de la violencia
Desde las elecciones presidenciales de 2024, la Venezuela de Nicolás Maduro y los "colectivos" cometieron abusos generalizados. "El régimen venezolano asesinó, torturó, secuestró y desapareció forzosamente a personas", acusó Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch.
Desde las elecciones, las autoridades han detenido a más de 2.000 personas por manifestarse, criticar al gobierno o respaldar a la oposición. A cientos se les ha imputado delitos como “incitación al odio” y “terrorismo”, cuyas penas pueden alcanzar hasta 30 años de prisión. Varias de estas personas han sido víctimas de desaparición forzada. Entre los afectados hay opositores, familiares y numerosos ciudadanos extranjeros.