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Descubren 'botas de fútbol' de la época romana, tienen suela de clavos y más de 2.000 años

Mientras se celebran importantes campeonatos de fútbol a nivel global, investigadores han descubierto los zapatos que utilizaban los romanos para jugar.

Estudios revelaron que la 'bota de fúbol' tenía clavos en la planta. Foto: composición Gerson Cardoso/ LR/ La Vanguardia
Estudios revelaron que la 'bota de fúbol' tenía clavos en la planta. Foto: composición Gerson Cardoso/ LR/ La Vanguardia

Los zapatos de fútbol juegan un papel esencial no solo en la comodidad y protección del jugador, sino también en su capacidad para rendir al máximo en el campo. Por ello es importante el material y la superficie en la que los usarás. Es así como arqueólogos hallaron estas 'botas de fútbol'.

Estos zapatos con tacos, que datan de aproximadamente 2.000 años, fueron descubiertos durante unas excavaciones en un asentamiento civil alrededor de un antiguo fuerte romano cerca de la ciudad de Oberstimm, en Alta Baviera. Así lo informan los arqueólogos de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera (BLfD).

 Tiene aproximadamente 2.000 años de antiguedad. Foto: La Vanguardia

Tiene aproximadamente 2.000 años de antiguedad. Foto: La Vanguardia

¿Qué se sabe del descubrimiento de las 'botas de fútbol'?

El calzado, utilizado por una persona adulta entre los años 60 y 130 después de Cristo, actualmente conserva apenas la suela. Un análisis con rayos X de los restos reveló los clavos de hierro utilizados para reforzar y fijar la suela de cuero. Según los expertos, "al igual que las botas modernas, proporcionaban estabilidad y tracción al correr por terrenos accidentados".

Las radiografías revelaron que el zapato era una caligae, una sandalia con clavos de alta resistencia que formaba parte del uniforme entregado a los soldados y auxiliares de las legiones romanas. Este tipo de calzado se utilizaba durante las largas marchas, proporcionando firmeza gracias a los clavos.

 Los restos de la suela del zapato contenía clavos y restos de uñas. Foto: La Vanguardia

Los restos de la suela del zapato contenía clavos y restos de uñas. Foto: La Vanguardia

Las caligae protegían contra ampollas y afecciones como el pie de trinchera, una enfermedad que afecta a soldados que pasan mucho tiempo en zanjas inundadas. Además, el nombre de este calzado sirvió de inspiración para el apodo del tercer emperador romano, el famoso Calígula (Cayo Julio César Augusto Germánico).

"Los hallazgos sorprendentes, como la suela de zapato de Oberstimm, demuestran una y otra vez que se puede obtener información valiosa incluso después de finalizar las excavaciones arqueológicas. Esto subraya el inestimable trabajo de nuestros restauradores", explica Mathias Pfeil, conservador general del BLfD.

¿Qué material eran las 'botas de fútbol' utilizados por romanos?

En el sitio, los investigadores encontraron cerámicas típicas romanas como Terra sigillata, restos de comida, herramientas y piezas de vestuario. Todo el material fue examinado y restaurado para protegerlo de un mayor deterioro. Entre los hallazgos se encontraban los restos de lo que se creía una hoz con el metal doblado y muy corroído.

 Radiografia del hallazgo realizado en Oberstimm. Foto: La Vanguardia

Radiografia del hallazgo realizado en Oberstimm. Foto: La Vanguardia

Sin embargo, los análisis revelaron que estos restos eran en realidad partes de una suela de zapato con clavos. A pesar de este descubrimiento, el ejército romano comenzó a dejar de usar estas sandalias a finales del siglo I después de Cristo. En ese momento, los legionarios pasaron a usar botas cerradas conocidas como calcei.

"El hallazgo deja claro que las prácticas, el estilo de vida y la vestimenta que los romanos llevaron hasta Baviera fueron adoptados plenamente por la población local", afirma Amira Adaileh, consultora de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera.

En los yacimientos romanos se encuentran habitualmente clavos sueltos, pero solo en condiciones especiales se conservan en combinación con restos de suelas de cuero. La muestra de Oberstimm procede de un pozo y aún tenía algunas "uñas bien conservadas" adheridas.