Las Poquianchis: las hermanas que lideraron una red de trata de personas, secuestros y asesinatos en México
Las hermanas González Valenzuela fueron detenidas en Jalisco, acusadas de homicidio, lenocinio, tráfico de personas, inhumación ilegal de restos humanos, crimen organizado, corrupción de menores, privación ilegal de la libertad y soborno.
Durante la década de los 60, diversas ciudades de México, principalmente Guanajuato y Jalisco, fueron escenario de un impactante caso de trata de personas, explotación sexual y otros crímenes perpetrados por las hermanas Delfina, María de Jesús, María del Carmen y María Luisa González Valenzuela, quienes también fueron conocidas como las Poquianchis. Las mujeres lideraron una red que operó en la clandestinidad y afectó, sobre todo, a niñas y jóvenes vulnerables.
Según indagaciones de la Policía, las hermanas González Valenzuela crecieron en un ambiente familiar violento y de escasos recursos, en el estado de Guanajuato. Al llegar a la adultez, decidieron embarcarse en un ilegal negocio y salir de la pobreza; sin embargo, este objetivo traería graves consecuencias para los demás.
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Con la excusa de ofrecer un empleo y mejor calidad de vida, las hermanas González Valenzuela reclutaron a jóvenes y niñas que provenían de zonas rurales y familias desfavorecidas. Con promesas de un buen trabajo en supuestas casas de citas, hoteles o bares, las víctimas caían en el engaño de las Poquianchis.
María de Jesús, María del Carmen, María Luisa y Delfina González Valenzuela fueron detenidas el 14 de enero de 1964. Foto: YouTube
Una vez captadas, las afectadas eran sometidas a un sistema de abusos y explotación sexual. Las Poquianchis las obligaban a prostituirse y las maltrataban física y psicológicamente. Los golpes, las humillaciones y la falta de alimentación formaban parte del cruel régimen.
Las Poquianchis operaban en distintas ciudades mexicanas, especialmente en Guanajuato y Jalisco. La corrupción de funcionarios y autoridades locales les permitieron evadir la justicia y mantener su negocio clandestino a flote durante años. Sus conexiones corruptas también les daban protección ante posibles denuncias, de acuerdo con el medio local Crónica.
Captura de las Poquianchis
En 1964, la red clandestina de las Poquianchis salió a la luz y fue desmantelada. Las autoridades recabaron pruebas contundentes que involucraban a las hermanas González Valenzuela en una serie de atroces delitos. Fueron encarceladas y enfrentaron un juicio bajo las siguientes acusaciones: trata de personas, prostitución forzada, corrupción de menores, lesiones graves y abuso sexual.
Los testimonios de las víctimas durante el juicio, expusieron la crueldad y el sufrimiento al que habían sido sometidas tras ser arrancadas de sus familias cuando eran niñas. Las Poquianchis fueron condenadas a 40 años de prisión (pena máxima para sus delitos en ese entonces); sin embargo, muchas de sus víctimas no hallaron justicia suficiente tras el veredicto.
Tras conocerse los crímenes de las Poquianchis, la indignación entre la población provocó intentos de linchamiento contra las hermanas. Foto: Crónica
¿Por qué les decían las Poquianchis?
El famoso apodo de las hermanas González Valenzuela tiene una historia detrás. Uno de sus locales donde explotaban sexualmente a niñas y adolescentes se llamaba La Barca de Oro y pertenecía a un hombre al que apodaban el Poquianchis, por lo que se les adjudicó el término automáticamente.