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Giulia Toffana, la mujer que ayudó a envenenar a más de 600 hombres que abusaban de sus esposas

En una época en la que la única salida del matrimonio era la muerte, el invento de una italiana fue la alternativa de solución para muchas mujeres víctimas de violencia por sus parejas.

Giulia Toffana es considerada como una justiciera por su letal invento. Foto: composición LR/El Confidencial
Giulia Toffana es considerada como una justiciera por su letal invento. Foto: composición LR/El Confidencial

En la Italia del siglo XVII, la cosmetóloga Giulia Toffana consiguió colaborar con un gran número de muertes con un simple pero efectivo invento: una pócima disfrazada de perfume. Con el uso de este veneno, llamado agua Toffana, se acabó con la vida de casi 600 hombres, cuyas esposas, cansadas de los constantes actos de violencia de los que eran víctimas, tomaron venganza.

¿Cómo funcionaba el agua Toffana?

Una de las razones que causaron que el agua Toffana pasara desapercibida era porque se comercializaba como 'Maná de San Nicolás de Bari', un aceite curativo. Asimismo, no tenía olor, sabor o color, por lo que podía ser mezclado en comidas o bebidas.

"Administrado en vino o té o algún otro líquido por el traidor halagador, generaba un efecto apenas perceptible; el marido se ponía un poco de mal humor, se sentía débil y lánguido, tan poco indispuesto que apenas llamaría a un médico. Después de la segunda dosis de veneno, esta debilidad y languidez se hacían más pronunciadas", recogió la revista ‘Chambers’s Journal’ en una de sus publicaciones en 1980.

Aunque en la actualidad se desconoce cuáles eran todos los ingredientes del agua Toffana, historiadores apuntan que, entre ellos, se hallaba el arsénico, el plomo y la belladona.

El fin de Giulia Toffana

El secretismo sobre los mortíferos efectos del agua Toffana se terminó luego de que una clienta de Giulia se arrepintió de su plan de acabar con la vida de su esposo y le contó lo que tenía pensado hacer. Tras ser delatada, la inventora recibió múltiples muestras de apoyo en Roma; de este modo, evitó ser arrestada. No obstante, el rumor de que había envenenado el agua de la ciudad levantó alarmas.

De esta manera, Giulia Toffana fue detenida y cruelmente torturada hasta que admitió haber vendido aquella agua que terminó matando más de 600 hombres entre 1633 a 1651. Con su confesión, fue condenada a la horca. Fue ejecutada en julio de 1659 en el Campo de Fiori junto con su hija Girolama y tres de sus colaboradores.