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Genes de mujer que producen virtudes de la marihuana serán estudiados para tratamientos

En el hospital Raigmore (Escocia) todavía recuerdan cuando Jo Cameron pidió que no le pongan anestesia para una extracción de hueso.

Cameron tiene muchas cicatrices porque no se entera si se está quemando. Foto: composición Jazmin Ceras/NYT
Cameron tiene muchas cicatrices porque no se entera si se está quemando. Foto: composición Jazmin Ceras/NYT

Joanne Cameron (75) es una anciana feliz. Confesó a El País que es molesto compartir una relación sentimental con ella porque "a la gente le gusta estar triste". Su permanente estado de gracia es solo posible por sus mutaciones genéticas: el gen FAAH-OUT, una variación hasta el 2013 desconsiderada por su inutilidad, le impide sentir dolor, mejora su ánimo y facilita la curación de heridas. En el cuerpo de la exprofesora, los niveles de anandamida, sustancia que produce las virtudes de la marihuana, son más elevados de lo habitual. El efecto: bajos niveles de ansiedad y estrés.

Publicado el 24 de mayo del 2023, un trabajo de la University College London (UCL) informó que "el gen FAAH-OUT es una pequeña esquina de un vasto continente que este estudio ha empezado a cartografiar". Andrei Okorokov, uno de los estudiosos coautores, aseguró que los hallazgos del caso Cameron tendrán "importantes implicaciones para áreas de investigación como la cicatrización de las heridas o la depresión".

De momento, los ensayos clínicos para probar fármacos con el gen FAAH han sido negativos. El medicamento intoxicó el cerebro de todos los participantes en 2016, cuando uno de ellos murió en Francia durante las investigaciones de la compañía portuguesa Bial. Otros cuatro padecieron "daños importantes". Los expertos consultados por el citado medio de comunicación fueron optimistas con la publicación del UCL.

"Es una buena guía de cara al futuro. Recupera el valor de los inhibidores farmacológicos que se quedaron un poco parados por aquel ensayo fallido", dijo el director del grupo de investigación en cannabinoides de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Fernández.

Para Andrés Ozaita, catedrático de Farmacología de la Universitat Pompeu Fabra, el caso de Joanne podría cambiar el entendimiento científico de los tratamientos para el dolor. “Conociendo estos mecanismos de la expresión del gen, se pueden plantear nuevas aproximaciones, como la terapia génica (transferencia de genes) para personas con dolor crónico, haciendo que las neuronas de los ganglios de la raíz dorsal no sean tan efectivas y se reduzca la sensación de dolor”, comentó.

Recuerdos de Cameron

En el hospital Raigmore de Iverness permanece el recuerdo de Cameron. Hace 9 años, entró por la puerta para extraserse un hueso de la muñeca. El anestesista Devjit Srivastava todavía pronuncia lo dicho por la paciente: "No hace falta que me pongas anestesia, porque no siento el dolor".