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Turquía: hallan sobrevivientes después de 11 días bajo los escombros

El hormigón de los cientos de edificios derrumbados protege contra el frío del invierno boreal a los sobrevivientes. Las tareas de rescate continúan en Turquía y Siria.

Rescate en Turquía. Un vecino de la ciudad de Hatay permanece entre las ruinas de su edificio esperando a los rescatistas. Foto: EFE
Rescate en Turquía. Un vecino de la ciudad de Hatay permanece entre las ruinas de su edificio esperando a los rescatistas. Foto: EFE

Ankara. EFE

El hallazgo de una joven de 17 años que permaneció 11 días bajo los escombros del edificio donde vivía añadió una cuota de milagro a las intensas jornadas de rescate en las zonas de Turquía y Siria afectadas por los terremotos. En la víspera, cinco personas han sido rescatadas con vida.

En Antioquía, una de las ciudades con mayor nivel de destrucción, los equipos sacaron con vida a una mujer y a sus dos hijos pequeños de los escombros, tras 228 horas atrapados. Solo una hora antes, los rescatistas pudieron sacar con vida a una mujer de 74 años, Cemile Kekeç, en la ciudad de Kahramanmaras, cercana al epicentro del sismo.

En la misma ciudad, una mujer de 42 años, Melike Imamoglu, fue descubierta con vida en un edificio derrumbado, después de que los equipos de búsqueda escucharan sus llamadas de socorro.

Según declaró un miembro del equipo de rescate al diario Hürriyet, la mujer no solo estaba sana y salva tras 222 horas atrapada entre los cascotes, sino incluso “mejor que los que estaban fuera”, algo inexplicable, aseguró.

Estos cinco rescates casi milagrosos se añaden al de otra mujer, Fatma Güngör, de 77 años, que fue salvada poco antes de la medianoche pasada en la ciudad de Adiyaman.

 Edificios destruidos en un área residencial de Antakya, Turquía. Foto: dpa

Edificios destruidos en un área residencial de Antakya, Turquía. Foto: dpa

Sobrevivientes

Las bajas temperaturas, que han estado cercanas a cero grados en toda la región afectada, o incluso inferiores, pueden en ciertas circunstancias facilitar la supervivencia de las personas atrapadas, según han explicado a EFE expertos del equipo de bomberos de Madrid, que participó durante varios días en los rescates. Los cascotes de hormigón protegen contra el frío extremo y, al no hacer calor, el cuerpo no suda y no se deshidrata de la misma forma como lo haría en verano, cuando las posibilidades de supervivencia serían de apenas dos o tres días, explicaron.

La cifra de fallecidos por los dos sismos, de fuerza 7,7 y 7,6, supera ya los 35.000 en Turquía y los 5.000 en Siria, pero se teme que aún puede subir mucho más, cuando empiecen a retirarse los escombros.

La destrucción causada por los sismos se explica en parte por una particularidad geológica: no tuvo un epicentro preciso, sino que se expandió por una falla de 300 kilómetros.

 El balance de muertos no deja de crecer. Las últimas cifras lo sitúan en 19.863, 16.546 de ellos en Turquía y 3.317 en Siria. Foto: AFP

El balance de muertos no deja de crecer. Las últimas cifras lo sitúan en 19.863, 16.546 de ellos en Turquía y 3.317 en Siria. Foto: AFP

Terremoto a lo largo de la falla tectónica

El enorme territorio afectado por el movimiento de la falla, que alcanza unos 100.000 km2, también ha dificultado el envío de ayuda. Ello explica por qué un terremoto de magnitud 7,7 se ha cobrado más de 40.000 muertos, cifra muy superior a los 600 muertos del sismo en el sureste de Turquía, de 7,2, registrado en 2011.