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Terremoto de 7.8 que golpeó hace una semana Turquía y Siria deja más de 35.000 muertos

Una semana después del devastador sismo, los rescatistas lograron sacar sobrevivientes de los escombros. En Turquía crece la indignación por la respuesta del Estado ante el terremoto

El balance confirmado es de 35.224 muertos, 31.643 en Turquía y 3.581 en Siria. Foto: EFE
El balance confirmado es de 35.224 muertos, 31.643 en Turquía y 3.581 en Siria. Foto: EFE

El balance del terremoto que sacudió hace una semana Turquía y Siria ascendió este lunes 13 de febrero a más de 35.000 muertos. Ante las escasas perspectivas de encontrar supervivientes, los esfuerzos se orientan ahora en ayudar a los cientos de miles de personas que se quedaron sin hogar.

Una semana después del sismo de magnitud 7.8, los medios turcos siguen reportando que los rescatistas han logrado sacar a supervivientes de los escombros de ciudades enteras que quedaron en ruinas.

El balance confirmado es de 35.224 muertos, 31.643 en Turquía y 3.581 en Siria, lo que convierte a este cataclismo en el quinto más mortífero desde el inicio del siglo XXI.

La ONU denunció el fracaso del envío de ayuda para Siria, un país ya devastado por más de una década de guerra.

En Siria, el registro de fallecidos permanece estable desde hace días, por lo que el balance puede subir y con cada día que pasa disminuyen las posibilidades de encontrar supervivientes.

En la localidad turca de Kahramanmaras, cerca del epicentro, se instalaron 30.000 tiendas de campaña y hay 48.000 damnificados en escuelas y otras 11.500 personas albergadas en centros deportivos.

En esta provincia, hay cientos de equipos de rescatistas desplegados, pero en siete zonas aledañas los socorristas terminaron sus labores.

Lugares de culto destruidos

La ciudad turca de Antakya, una localidad milenaria, conocida como 'Antioquía en la Antigüedad', quedó arrasada: el terremoto derribó la mezquita más antigua del país.

"Este lugar tiene un significado muy importante para nosotros", dijo suspirando Havva Pamukcu. "Era un lugar preciado para todos nosotros, turcos y musulmanes. La gente tenía la costumbre de venir aquí antes de hacer el peregrinaje a la Meca".

A pocos metros, una iglesia ortodoxa fundada en el siglo XIV —y reconstruida en 1870 tras un anterior terremoto— perdió todos sus muros.

En la ciudad, los equipos de retirada de escombros comenzaron a trabajar y a instalar de baños de emergencia, y un reportero de la AFP dijo que volvió la señal de telefonía.

Antakya es patrullada por un nutrido contingente de policías y militares para evitar los saqueos que se produjeron durante el fin de semana.

El vicepresidente turco, Fuat Oktay, dijo el domingo que 108.000 edificios fueron dañados en toda la zona afectada por el sismo y que 1,2 millones de personas están siendo albergadas en habitaciones estudiantiles y 400.000 damnificados fueron evacuados de la región.

En Turquía crece la indignación por la mala calidad de los edificios y la respuesta gubernamental.