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¿Por qué la poderosa fuerza aérea de Rusia no ha logrado controlar los cielos de Ucrania?

A pesar de tener una de las fuerzas aéreas más grandes del mundo, que supera desmesuradamente a la de Ucrania, Rusia no puede hacerse del dominio en el aire. ¿Cómo se explica esta situación?

Rusia tiene el segundo ejército más poderoso del mundo. Foto: composición/Jazmin Ceras-LR/AFP
Rusia tiene el segundo ejército más poderoso del mundo. Foto: composición/Jazmin Ceras-LR/AFP

Estamos cerca de cumplir un mes desde que iniciaron los ataques militares de Rusia en Ucrania, el 24 de febrero. Durante ese tiempo y hasta la fecha, los rusos, a pesar de contar con la tercera fuerza aérea más grande del mundo, no han podido controlar los cielos de ese país europeo. Un hecho catalogado por especialistas como “desconcertante” y contra todo pronóstico.

Cuando las tropas de Vladimir Putin se fueron agrupando alrededor de Rusia, la inteligencia occidental y expertos coincidieron en que en dos o tres días para los aviones rusos de guerra impondrían su dominio sobre el espacio aéreo ucraniano.

“Es un hecho desconcertante desde el punto de vista de la estrategia militar. (…) Pese a tener una fuerza aérea, en números de equipos y potencia de fuego, notablemente inferior a la rusa, los ucranianos todavía están volando y sus defensas aéreas todavía se consideran viables”, explica Walter Dorn, profesor de Estudios de Defensa del Royal Military College of Canada (RMC), a BBC Mundo.

Para el experto, el control de los cielos es uno de los pilares fundamentales en las guerras modernas, ya que respalda el movimiento de las tropas terrestres, además de restringir fuertemente la circulación de las fuerzas enemigas.

Un informe del Royal United Services Institute (RUSI) —el principal grupo de expertos en defensa y seguridad de Reino Unido—, que se difundió hace una semana, detalla que, luego del inicio de la invasión, eliminar las defensas aéreas ucranianas era “el próximo paso lógico y ampliamente anticipado”.

Sin embargo, esto no ha sucedido y el Ejército ucraniano, a pesar de sus numerosas perdidas, ha informado el derribo de varios aviones rusos, en diversos combates. Rusia, con todo su poderío, no puede hacerse del control en cielo ucraniano. ¿Cómo se explica esta situación?

Superioridad aérea, pero bajo despliegue

Global Firepower, plataforma especializada en información militar, precisa que Rusia tiene el segundo ejército más poderoso del mundo, solo por detrás de Estados Unidos. Por su parte, Ucrania ocupa el puesto 22. En tanto, los rusos contaban con 1.391 aviones de guerra (en contraste con los 132 de las fuerzas de Volodímir Zelenski) y 948 helicópteros (los ucranios solamente contaban con 55).

Un caza Su-30 de la Fuerza Aérea de Rusia. Foto: Ministerio de Defensa de Rusia / Sputnik

Un caza Su-30 de la Fuerza Aérea de Rusia. Foto: Ministerio de Defensa de Rusia / Sputnik

“El poder aéreo ruso fue suficiente para permitir que estos grupos lograran una gran victoria en el campo de batalla”, declara Jennifer Cafarella, jefa de gabinete del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por su abreviatura en inglés).

Sin embargo, reportes de inteligencia y analistas militares sugieren que Moscú, por motivos que no están claros, decidió no desplegar una gran avanzada de su fuerza aérea en Ucrania.

“Parece bastante obvio ahora que Rusia creyó que podría tomar Ucrania mucho más fácilmente, que no iban a encontrar la resistencia que ha tenido. (…) Esta suposición, al parecer, los llevó a no tener las fuerzas aéreas listas para ser desplegadas, aunque también hay reportes que indican que hay cierto temor entre los generales rusos de causar grandes pérdidas a sus costosos aviones”, agrega Walter Dorn.

Falta de claridad en el tipo de misión

Otro posible factor, de acuerdo a Dorn, es que existe evidencia de que las tropas rusas no tenían claro el tipo de misión al que se enfrentaban.

Vladímir Putin, presidente de Rusia, junto al ministro de Defensa, Sergei Shoigu. Foto: Alexey Druzhinin/AFP

Vladímir Putin, presidente de Rusia, junto al ministro de Defensa, Sergei Shoigu. Foto: Alexey Druzhinin/AFP

“Todo indica que los rusos les dijeron a sus efectivos que iban a realizar ejercicios, y luego se han visto por sorpresa en el fuego real. Esto tiene un impacto tanto psicológico como táctico, porque las fuerzas no estaban totalmente preparadas para hacer este tipo de cosas”, indica.

Por su parte, Cafarella presume que el factor moral puede estar afectando de forma diferente en los dos bandos.

“Al parecer, los rusos tienen un problema moral muy serio porque sus fuerzas no esperaban pelear esta guerra y no estaban mentalmente preparadas para la escala del combate que iban a enfrentar. Los ucranianos, en cambio, están luchando por su patria, por lo que la moral ucraniana es muy alta, dado que tienen una claridad de propósito”, explica la jefa de gabinete del ISW.

La respuesta de Ucrania: ataques puntuales y apoyo de otras naciones

Ucrania, al contar con una fuerza aérea más reducida, se ha concentrado en ofensivas puntuales y no en grandes despliegues, lo que le ha permitido enfocar sus recursos.

Un soldado ucraniano prepara un lanzacohetes en la línea del frente, cerca de Kiev, el 20 de marzo de 2022.Foto: AFP

Un soldado ucraniano prepara un lanzacohetes en la línea del frente, cerca de Kiev, el 20 de marzo de 2022.Foto: AFP

“Aunque es mucho más pequeño, el ejército ucraniano es profesional y tiene muy buenas armas. También han recibido entrenamiento de las fuerzas de la OTAN, incluidos Canadá y Estados Unidos”, señala Dorn.

Adicionalmente, para el analista militar, hay que tener en cuenta que, desde antes del inicio del conflicto, distintos países aliados enviaron ayuda militar a Ucrania, incluidos misiles tierra-aire, que han ayudado a impedir que Rusia logre la supremacía aérea.

Las ayudas para Kiev han continuado. Hace unos días, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que su país destinará US$ 1000 millones en ayuda militar a Ucrania, en lo que se incluyen armamentos como drones que pueden funcionar como bombas voladoras y armas antiaéreas.

Futuro incierto:

Desde que comenzó la guerra, la demanda más frecuente de Zelensky, el presidente de Ucrania, a Occidente ha sido el establecimiento de una zona de exclusión áerea sobre su país. Eso implicaría que la OTAN derribe a los aviones rusos que cruzaran ese espacio aéreo. Sin embargo, no se ha llegado a ningún acuerdo.

Volodymyr Zelensky

Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, inició su mandato en abril del 2019. Foto: EFE

También se conoció que Polonia se ofreció a entregar aviones MIG-29 a Ucrania, por medio de Estados Unidos, lo que generó alertas en la OTAN, ante el temor de que Rusia considerara que Occidente había ido muy lejos al donarle aviones a Kiev. El hecho no procedió.

En medio de este contexto, analistas coinciden en que el hecho de que los rusos no hayan logrado aún la supremacía aérea contra Ucrania no implica que no lo pueda conseguir en los próximos días o semanas.

“La VKS (Fuerza Aérea de Rusia) puede comenzar repentinamente a montar operaciones aéreas complejas a gran escala comparables con las que realizan rutinariamente los Estados de la OTAN y otras fuerzas aéreas modernas, como Israel”, advierte el informe del Royal United Services Institute (RUSI).

Sin embargo, a analistas como Dorn les genera mayor preocupación que la falta de avances en el campo de batalla pueda llevar a Putin a tomar decisiones más desesperadas, incluido el uso de armamentos hasta ahora nunca utilizados.