OPS pide atender enfermedades tropicales tras ser relegadas por la pandemia de COVID-19
Más de 20 patologías afectan a 200 millones de personas en el continente americano, recordó la Organización Panamericana de la Salud.
La pandemia de COVID-19 provocó interrupciones en la atención de las enfermedades tropicales, lo que puede demorar su control o eliminación, advirtió el viernes la Organización Panamericana de la Salud (OPS) al instar a los países a abordar este problema relacionado con la pobreza.
La lepra, el dengue, la leishmaniasis, la rabia humana transmitida por perros, la sarna, el mal de Chagas y los parásitos intestinales son algunas de las más de 20 de esas patologías en las Américas, que afectan la salud de más de 200 millones de personas, según un comunicado.
La OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó que la emergencia sanitaria declarada hace dos años por el nuevo coronavirus puso en suspenso la administración masiva de medicamentos, las encuestas y la búsqueda activa de casos.
Todo esto dejó de hacerse mayoritariamente en 2020 y se reinició gradualmente en 2021, lo que alteró los plazos previstos antes de la pandemia para frenar la propagación de estas dolencias, conocidas como enfermedades infecciosas desatendidas.
“Prevenir y tratar estas enfermedades es rentable”, afirmó Marcos Espinal, director de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud de la OPS.
“Las estrategias para combatirlas implican acercar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento a comunidades vulnerables, así como mejorar sus condiciones de vida, como el acceso a la educación, al agua potable, al saneamiento básico y a la vivienda”, añadió.
En América Latina y el Caribe, 59 millones de niños viven actualmente en zonas de riesgo de infección o reinfección por parásitos intestinales y unos 5,7 millones de personas padecen la enfermedad de Chagas, mientras que 70 millones corren riesgo de contraerla.
La OPS alertó, además, sobre la leishmaniasis, un mal parasitario transmitido por la picadura de ciertos insectos que tienen varias formas. Las más comunes son la visceral (mortal en más del 95% de los casos) y la cutánea (causante de llagas en la piel).
Más de 68.000 nuevos contagios de la primera en mención se registraron entre 2001 y 2020 en 13 países americanos. En tanto, más de 39.700 de la segunda se reportaron en 2020 en Latinoamérica y el Caribe, según datos de la OPS.
En vísperas del Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas el 30 de enero, la entidad destacó varios logros en el control de estas patologías antes de la pandemia.
Colombia se convirtió en 2013 en el primer país del mundo en eliminar la oncocercosis, un mal parasitario que puede causar ceguera. Fue seguido por Ecuador, Guatemala y México. Hoy solo queda un foco en la región, en la frontera entre Brasil y Venezuela.
Costa Rica, Surinam y Trinidad y Tobago erradicaron la filariasis linfática o elefantiasis. Por su parte, Brasil, Guyana, Haití y República Dominicana avanzan hacia su eliminación.
México terminó con la rabia humana transmitida por los perros y el tracoma, una infección bacteriana que afecta los ojos, como problemas de salud pública.