Daniel Ortega, prohibido de entrar a EE. UU., planea retirar a Nicaragua de la OEA
Tras las elecciones en Nicaragua en las que Ortega obtuvo su cuarto mandato consecutivo, la OEA declaró que “no fueron libres, justas, ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a quien Estados Unidos prohibió este martes 16 de noviembre el ingreso a su territorio, planea retirar a su país de la OEA, luego de que la Asamblea General del organismo desconoció la elección en donde obtuvo un cuarto mandato consecutivo, con sus rivales presos.
“La represión y los abusos del Gobierno de Ortega y quienes lo apoyan exigen que Estados Unidos actúe”, dijo el martes en Washington el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien anunció que tanto Ortega, su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, sus ministros y varios otros funcionarios no pueden ingresar a territorio estadounidense.
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Estas prohibiciones se suman a una serie de sanciones aplicadas por Washington contra funcionarios y familiares de los Ortega Murillo en los últimos meses.
Poco antes de ese anuncio, el Parlamento nicaragüense, controlado por la gobernante exguerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), instó a Ortega, “en su condición de jefe de Estado (...) a que denuncie la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA)”.
El pedido fue aprobado por 83 de 87 diputados. Denunciar la Carta implica retirarse del organismo.
La declaración se adoptó “ante las reiteradas acciones injerencistas de la OEA en los asuntos internos de Nicaragua”, dijo el jefe del Legislativo, Gustavo Porras, quien pidió al Ejecutivo gestionar el retiro del organismo a través de los mecanismos establecidos.
El gobernante del FSLN controla los poderes e instituciones del Estado.
Salirse de la OEA
El artículo 143 de la Carta de la OEA permite a un Estado miembro renunciar mediante una notificación, en un proceso que dura dos años.
Aunque la salida de Nicaragua del sistema interamericano aún debe ser aprobada por el presidente y notificada a la OEA, la vicepresidenta y primera dama ya celebró el pedido. “Estamos contentos”, dijo Murillo.
El pedido del Congreso “ratifica nuestra exigencia de respeto a las decisiones soberanas y dignas de nuestro pueblo y el principio de no injerencia en nuestros asuntos propios”, agregó.
Durante el último viernes, la Asamblea General de la OEA declaró que las elecciones nicaragüenses “no fueron libres, justas, ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”.
Con información de AFP.