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18 000 niños de Bahamas fueron afectados por el huracán Dorian y muchos no encuentran a sus familias [VIDEO]

Según UNICEF, en los refugios hay niños traumatizados que vieron a sus seres queridos ahogarse o fallecer. “Todos mis amigos se han ido a otros sitios”, expresó un menor.

Niño de Bahamas es testigo del pandemónium ocasionado por el huracán Dorian | Fotocaptura: El País
Niño de Bahamas es testigo del pandemónium ocasionado por el huracán Dorian | Fotocaptura: El País

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó que 18 000 niños en Bahamas han sido expuestos a las insaciables arremetidas del huracán Dorian, desastre que también flageló viviendas y otras infraestructuras.

“En los refugios hay niños con experiencias extremadamente traumáticas (...). Hablamos de destrucción total, de ver a familiares fallecidos o ahogados. Viven con eso dentro y ahora hay que tratar de sacárselo", añadió Laurent Duvillier, perteneciente a la oficina de UNICEF para América Latina y el Caribe.

En un video subido a Youtube por el diario El País, las palabras sobran para describir el funesto panorama: parques de juegos que los tragan la tierra y el polvo; salones de escuelas cuyo mobiliario yace desparramado, incluso con techos apunto de caerse; vidrios fragmentados al azar; juguetes abandonados; libros esperando ser rescatados, etcétera.

Uno de los afectados, John Metteus, de 8 años, contó que “el huracán empujaba a la gente hacia arriba”. “Yo no estaba en mi habitación —prosiguió el menor—, estaba dentro de la iglesia. Pero la iglesia se vino abajo y las ventanas se rompieron sobre nosotros (...). Nuestra familia no sé si ha muerto (...). “Todos mis amigos se han ido a otros sitios”.

Por otra parte, Britney Mertil, de 13 años, sostuvo que se quedó en su vivienda porque su ascendencia se sentía más segura allí. Sin embargo, mientras la naturaleza liberaba su furia, un árbol cayó encima del coche de su primo y, además, un viento potente se llevó su puerta principal.

“En cuanto volvimos a la habitación llamamos al 911, pero nadie lo cogía. Así que mi amigo y los amigos de mi primo planearon salir por las ventanas, pero cuando lo intentamos el tejado salió volando”, relató la joven víctima.

Michael Foulkes, diputado de Bahamas que supervisa los refugios, aseguró que se puede mirar en los ojos de los niños toda la angustia por la situación vivida. “Tenemos psicólogos para hablar con ellos”, enfatizó.

Oficialmente, según El País, hay 52 muertos a consecuencia de las ráfagas de viento —de hasta 300 kilómetros por hora— y lluvias torrenciales, sin contar a las 2500 personas que siguen desaparecidas. La cifra de afectados asciende a los 70 000 y un total de 15 000 continúan en estado vulnerable, como comparte la Agencia de Gestión de Emergencias del Caribe.

“Cuando volvimos donde vivíamos, vimos cadáveres por todos lados. Fue terrorífico. Teníamos miedo, para ser honestos. Pensábamos que íbamos a morir. Cuando corríamos, teníamos que agarrarnos a las ramas”, declaró más adelante Britney.

Duvillier destacó la solidaridad de los primeros días, debido a que muchos pobladores han perdido todo. A ellos solo les queda un resquicio de esperanza y la ropa que llevan puesta.

“Los negocios están cerrados. Muchos viven del turismo, pero las infraestructuras están destruidas, ¿y quién va a ir de vacaciones a esas islas en los próximos seis meses? Sin ingresos, miles de familias no podrán reconstruir sus casas ni sus vidas”, dijo el representante de UNICEF.