Los “huérfanos” de la migración venezolana
Abandono. Cerca de 850.000 niños viven sin sus padres en Venezuela, pues estos últimos dejan el país, obligados por la crisis. Los menores, al cuidado de sus abuelos, presentan trastornos de conducta, explican los especialistas.
AFP
Frankeiber anhela que sea diciembre para abrazar a sus papás, ante la promesa del reencuentro. Como él, muchos hijos se quedan en Venezuela mientras sus padres se ven obligados por la crisis a emigrar para mantener a sus familias.
Tenía 16 años cuando pasó su primera Navidad sin su mamá. Al año siguiente se sumó la ausencia del padre. Las fiestas son "un golpe fuerte" para Frankeiber Hernández y su hermano menor, con cenas que terminan en llanto.
La peor crisis en la historia reciente de Venezuela empujó a los padres a Perú. Los hermanos quedaron al cuidado de su abuela Estelita, de 58 años, aquejada por dolores en la cervical, y su esposo de 70.
Indicadores de dolor
“Unos 846.000 niños (...) viven sin sus padres”, dice Abel Saraiba de la ONG Cecodap, advirtiendo que este año superarán el millón. Con 3,6 millones de venezolanos que han dejado atrás su país desde 2016, según la ONU, se han multiplicado los infantes que crecen en hogares sustitutos, con los abuelos como principales cuidadores.
“Puedo llegar a deprimirme, pero (...) sigo teniendo la esperanza de que vuelvan” a vivir en Venezuela, reconoce Frankeiber, ahora un estudiante universitario de 18 años. Mientras, sueña con la anunciada visita de sus padres a finales de año a la casa de sus abuelos en el barrio popular de Catia, Caracas.
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Remesas para sobrevivir
Frankeiber, Fraiber y sus abuelos dependen de los dólares que sus padres ganan en un restaurante de comida rápida, que les permiten afrontar la hiperinflación voraz y la creciente dolarización de facto de la economía venezolana.
Este año, los venezolanos en el exterior enviarán unos 3.000 millones de dólares en remesas, estima la consultora Ecoanalítica. Estelita Batista, abuela y madre sustituta, agradece la ayuda, pero se entristece por la separación. "Yo la prefiero (a mi hija) aquí porque ella dice (...) 'Yo estoy perdiendo el amor de mi hijo'", narra con voz entrecortada. Las conversaciones de Fraiber (8) con su mamá mermaron y ahora pasa mucho tiempo inmerso en videojuegos.
Trastorno emocional
La personalidad de los niños cambia tras la separación, explica Saraiba, coordinador de la ONG Centros Comunitarios de Aprendizaje. “Los menores mostrarán irritabilidad, tristeza, rabia y dificultad para procesar sus emociones”, explica.
Es el caso de Xavier (11). Él se quiebra en llanto por las noches desde que su madre partió a España hace un año. Escribe cartas con mensajes como “mami, te extraño”, que se guarda.
Las videollamadas lo confortan, igual que a sus hermanos de 16 y 2 años y su prima de 7. Carmen Lugo acogió a sus nietos cuando sus dos hijas migraron “para ayudar a la familia” desde Madrid.
A sus 68 años y asmática, esta mujer les cocina, los lleva al colegio, trabaja, los cuida al volver a casa... En las noches, duermen todos en su cama.
Nostalgias enfrentadas
La ruptura ha creado “familias trasnacionales” en Venezuela, cuyos pilares son las comunicaciones digitales y las remesas, explica Claudia Vargas, socióloga especializada en migración.
La integración de estos niños en la sociedad dependerá de su cuidado y los expertos recomiendan a los padres no crear falsas expectativas de próximos reencuentros para evitar traumas.
"Yo quisiera que se fuera, no porque me hace peso, es por sus sentimientos", confiesa la abuela paterna de la pequeña Minu Vásquez, quien la cobija en la barriada caraqueña de Petare desde que emigraron sus padres hace tres años.
Pero su ida es incierta, por los engorrosos trámites y requisitos, que hacen difícil la salida del país. “Estaría feliz con mi mamá, pero a la vez triste porque voy a dejar a mi abuela”, dice Minu, al pensar en la despedida de su cuidadora y “mejor amiga” de 64 años de edad.
Las cifras
- 1 de c/cuatro migrantes que deja Venezuela se despide de algún hijo, según la ONG Cecodap.
- 70 millones de dólares solicita Unicef para dar asistencia humanitaria a 900.000 niños en ese país.
- 1,3 millones de menores venezolanos requieren servicios de protección.