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Economía

Fernando Cillóniz: “En 2023, la mayor dificultad fue el clima, no las políticas del Gobierno”

El exgobernador regional de Ica menciona que la flexibilidad laboral ya está presente en el sector agrícola, pero el aumento del salario mínimo ha afectado a los trabajadores en el límite, informalizándolos y dificultando su competencia con grandes empresas.


Exgobernador regional de Ica y director de Agrícola Tambo Colorado (Agritac SAC). Foto: difusión.
Exgobernador regional de Ica y director de Agrícola Tambo Colorado (Agritac SAC). Foto: difusión.

—¿Se necesita más flexibilidad laboral en el agro?

–La nueva ley ya mantiene la flexibilidad en el sector. Incrementó, sí, el salario mínimo, pero las industrias más competitivas estaban muy por encima de eso. Entonces, el aumento solo logró informalizar a los que estaban en el límite y les impidió competir con los grandes, a quienes no les afectó.

—Sin embargo, hace poco se redujo el aporte al Seguro Social.

—Era algo que se tenía que corregir. El aporte mínimo de la empresa era de un mes, así el trabajador venga un día o menos de 30. Entonces, en temporada de cosecha o poda el trabajador podía laborar una semana en una empresa, la siguiente semana en otra, y el sector terminaba pagando cuatro o cinco meses por un mes de trabajo. Ahí se forraba Essalud y bueno fuera que brinde un buen servicio, pero es realmente pésimo.

—¿No se puede dotar de más estabilidad laboral al sector agroexportador?

Los que quieren estabilidad laboral absoluta no tienen idea de lo que proponen. El agro es inviable de esa forma, es imposible para una empresa mantener todo el año la misma plantilla. Lo que sí se puede hacer es generar pleno empleo, como en Ica, pero a través de varias empresas, es decir, una persona que trabaje en más de una y pueda ganar hasta el triple del salario mínimo. Eso a algunos les parece mal, pero bueno, es que así es la vida.

—¿Esperan alguna exoneración adicional?

—No me gustan las leyes por sector, pero la que llaman ley Chlimper, derogada por Sagasti, fue tan buena, que yo creo que habría que aplicarla en todos los demás sectores: 15% de IR y más flexibilidad laboral. Esa fue la base del resurgimiento agrario. Pasaría lo que pasó con el agro, se generarían tantas inversiones que se recaudaría más y se generaría más empleo.

—¿Qué se logró con esa ley?

—Formalizó a más de un millón de trabajadores del campo; las remuneraciones subieron dos a tres veces por encima de los salarios mínimos legales y genero el boom agroexportador de US$10.000 millones en 2023, que no han dejado de crecer.

—Pero el MEF alista nuevas medidas.

La mayor dificultad del año 2023 se llamó ‘clima’, no se llamó ‘Gobierno’. Fue el Yaku y el invierno caliente lo más perjudicial para la agricultura, más que las políticas del Gobierno. Lo que necesita el agro es agua y caminos, para mí eso es y no se está haciendo ni lo uno ni lo otro.

—¿No se están anunciando grandes obras?

—Majes, Alto Piura y Chinecas siguen trabados. Lo único más o menos certero es la presa de Palo Redondo (Chavimochic III), que le falta el canal madre de 100 km, pero más no veo y me parece muy irresponsable estar anunciando estos proyectos. Muy pronto saldrán las informaciones reales y se darán un tiro por la culata este y los anteriores Gobiernos.

—¿Qué hacer por el agro, entonces?

—El sector tiene que seguir creciendo en uva de mesa, arándanos, paltas, etc. Pero la gran deuda social son la Amazonía y la sierra, yo sí creo que merecen una atención similar a la que tuvo la costa y les daría máxima prioridad, a través de miles de reservorios y mejores rutas. Con eso sí nos darían un gran espaldarazo.

Periodista de prensa escrita y digital, graduado en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Actualmente, en La República, donde escribe sobre economía, con énfasis en hidrocarburos, minería y conflictividad social.