El tercer trimestre promete poco para los empresarios del Perú
Rezagos. La mayoría de indicadores de expectativa empresarial del BCRP apunta a mejoras sustanciales en el largo plazo. El gasto público sigue en deuda y el consumo interno necesita levantar.
La mayoría de expectativas empresariales no levanta cabeza al inicio del segundo semestre del 2023, mientras que la economía espera el campanazo final del INEI que confirme el inicio de una recesión técnica en marcha en nuestro país.
Según la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas de julio 2023, elaborada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), de los siete indicadores —de un total de 18— ubicados en el tramo optimista, solo uno de ellos (la demanda) descansa sobre el corto plazo.
Es decir, todos los demás ven con esperanza lo que pueda pasar recién en un año. Sin embargo, este leve repunte de la demanda no se ve respaldada por una mayor contratación de personal ni nuevas inversiones.
Círculo vicioso
Jesús Salazar, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), anticipa que, al menos, el 70% de los empresarios del sector manufactura que esta organización encuesta paralelamente ha caído en un “pesimismo sorpresivo”, con nulo crecimiento de inversiones y contratación para el último tramo del 2023, según recientes cifras.
En este sentido, afirma la urgencia de un ‘shock potente’ de consumo interno, apalancado por una mayor ejecución del gasto público —que apenas llega al 30% en junio— y una campaña de microcréditos para el sector de mypes, aunque sin mediar entre formales e informales.
“Las empresas tienen menos liquidez y, al bajar el consumo, la producción cae y viene el círculo vicioso”, advierte.
Sin externalidades
Para el economista Eduardo Recoba, factores externos —como el alza de tipos en Estados Unidos o la reactivación china— “explican cada vez menos un pesimismo” que se vuelca ya sobre el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
En su lugar, encuentra rezagos insatisfechos de anteriores crisis climáticas, sin una estrategia de mitigación clara a los ojos del empresario frente a El Niño 2024, agudizadas por el retraso de proyectos mineros y “escasa vocación de gasto público”. Todo ello en una encuesta que, rescata, se distingue por dar un lugar angular a las mypes, y no solo al gran empresariado.
“En general, la inversión pública ha caído. Lo que indica el ministro son intenciones, pero no son programas concretos en cuanto a gastos”, afirma Recoba.
Más de 2 años sobre terreno pesimista
Según los agentes económicos consultados por el BCRP, la expectativa de crecimiento del PBI en 2023 baja hasta 1,2%.
El IPE alertó que se acumulan 28 meses seguidos en terreno pesimista.
Tras una primera previsión por debajo del 1% de crecimiento de PBI en junio, el MEF espera ahora que se acerque a 0%.