Las calles de Mesa Redonda y el Mercado Central amanecieron ayer lunes con un fuerte contingente de policías y fiscalizadores ediles que, en adelante, tienen la misión de hacer cumplir la prohibición del comercio ambulatorio y el estacionamiento de vehículos, según lo establecido por el decreto de alcaldía n° 010, publicado un día antes en El Peruano. Sin embargo, esta medida no vino acompañada de la anunciada reubicación que les prometió el municipio de Lima, si se empadronaban, a los miles de vendedores que ahora se sienten engañados.
Desde las primeras horas del lunes, más de 1.000 efectivos policiales y cerca de 700 agentes municipales se apostaron, con cascos y escudos, en los límites —que ahora están enrejados— del cuadrante limitado por las avenidas Abancay, Nicolás de Piérola; así como por los jirones Paruro y Junín.
Acción. Mil agentes de la Policía tomaron la zona comercial e impidieron el ingreso de los informales. Félix Contreras/La República
“Con el plan de operaciones de recuperación de espacios, no permitiremos el ingreso de los vendedores ambulantes que tenían tomadas las calles y obstruían las vías de entrada y salida de estos dos emporios comerciales si ocurriera un incendio, como los que ya han sucedido en años anteriores”, explicó el gerente de Seguridad Ciudadana de la comuna de Lima, Abdul Miranda.
El funcionario precisó que el decreto de alcaldía declara zona rígida para estas actividades informales a las calles ubicadas entre las cuadras 5 y 7 de los jirones Junín, Huallaga, Ucayali, Santa Rosa, Cusco, Puno; así como a los jirones Paruro (entre las cuadras 6 y 13), Ayacucho (entre las cuadras 3 y 8), Andahuaylas (entre las cuadras 5 y 13) Inambari (cuadra 7), además de las avenidas Nicolás de Piérola (entre las cuadras 14 y 16) y Abancay (entre las cuadras 2 y 8). Por allí hoy recorren patrulleros, motocicletas y unidades ediles. Ya no hay más carritos ni triciclos, por lo que las vías están liberadas para los clientes y trabajadores de las galerías.
Miranda afirmó que no va a haber violencia en la zona, pero que van a ser drásticos en hacer cumplir la prohibición. “No vamos a permitir que las mafias sigan lotizando los espacios y cobren cupos, vía extorsiones. Eso se acabó. Hemos dispuesto las 13 cámaras de videovigilancia del cuadrante para que el personal de inteligencia de la Policía capte las amenazas que sufren nuestros inspectores”, señaló el gerente de Seguridad.
Infografía - La República
“Este operativo no va a ser flor de un día, sino que va a durar todo el año”, agregó. Sin embargo, se ha emprendido este desalojo sin antes haber reubicado a los ambulantes, como se les prometió cuando los registraron.
Este proceso de empadronamiento, de acuerdo al giro y actividad comercial, empezó el 14 de abril y concluyó el 5 de mayo. En un inicio se tuvo a 5.028 vendedores que aceptaron formalizarse bajo el compromiso de la municipalidad de que no iban a pagar los tres primeros meses del alquiler de los nuevos espacios que les iban a conseguir. “Al final, se hizo una depuración y esta cifra bajó a 2.500 porque descubrimos que muchos ‘ambulantes’ tenían vehículos o eran pensionistas y buscaban aprovecharse”, contó la gerenta de Desarrollo Económico de la comuna, Elia Urmeneta.
“De un momento a otro, el municipio dice que ya rige la prohibición y hasta ahora no sabemos a dónde ni desde cuándo nos iremos”, reclamó una vendedora en silla de ruedas, quien mostraba su carné del Conadis.
Al grito de “somos ambulantes, no somos delincuentes” y con carteles en mano que decían: “Queremos trabajar”, decenas de vendedores marcharon por las calles de Mesa Redonda y el Mercado Central exigiendo que el alcalde Rafael López Aliaga cumpla con su promesa. El burgomaestre brilló por su ausencia ayer durante el operativo.
“Nos pidieron llenar un formulario, luego entregarlo en la Gerencia de Desarrollo Económico, pero estos papeles son una estafa”, dijo una comerciante, quien junto con sus compañeros rompió los documentos en señal de protesta. Ellos llegaron hasta el Congreso.
En el aire. Se empadronaron, pero ahora se sienten estafados. Foto: Omar Coca/La República
El dirigente de los vendedores ambulantes, Marco Vásquez, aseguró que se sienten engañados y burlados por el alcalde López Aliaga porque participaron en el empadronamiento; no obstante, nunca los han llamado para la reubicación.
“A ver si el alcalde nos escucha y cumple lo que prometió porque los papeles no sirven para nada. Acá hay ancianos y personas con discapacidad”, señaló tras agregar que los más de 5.000 ambulantes no se van a mover de la zona comercial.
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En respuesta, la gerenta de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Lima dijo que los ambulantes pueden participar en la bolsa laboral que tienen. “Hay más de 60 empresas privadas que ofertan más de 2.000 puestos de trabajo seguros. Solo deben venir a la gerencia para ayudarles con el currículum vitae”, señaló. También añadió que pueden acudir a los centros de formación para emprendedores “para que se conviertan en sus jefes y en tres meses estudien Gastronomía, Cosmetología y Reparación de Motos”.
Urmeneta no dijo nada sobre la reubicación a las tiendas.
“Esperamos espacios inclusivos para nosotros”, precisó Augusto Gatica, dirigente de la Unión de Trabajadores con Discapacidad de Lima (Unitradis).
Alerta. Así lucen las calles tras la intervención. Los comerciantes han advertido que regresarán. Foto: Félix Contreras/La República
La otra cara de la moneda es Gamarra. A diferencia de Mesa Redonda, donde se han desplegado 1.000 policías, en este emporio comercial no hay agentes para evitar que los ambulantes vuelvan a tomar las calles.
El alcalde de La Victoria, Rubén Cano, pidió equidad al Gobierno y que no los discriminen, más aún cuando Gamarra “produce 3.750 millones de soles en impuestos”. “En los primeros días de la semana pasada nos enviaron 40 policías y de ahí no más. Necesitamos 300 al menos porque acá combatimos a mafias que lotizan los espacios públicos y extorsionan con el ‘gota a gota’ a los ambulantes”, dijo tras pedir reunirse con la presidenta Dina Boluarte.
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Cano presentó a los 40 agentes del Escuadrón Cobra que recorren las calles de Gamarra. Él también solicitó al alcalde Rafael López Aliaga que intervenga y retire a los ambulantes de las zonas ubicadas en México, Parinacochas, Huánuco y Aviación por tratarse de vías metropolitanas.
Gamarra. Alcalde de La Victoria pide apoyó de la PNP para evitar regreso de ambulantes En el aire. Se empadronaron, pero ahora se sienten estafados. Foto: Omar Coca/La República
Enfoque. Elsie Guerrero, especialista
En las dos gestiones del fallecido alcalde Alberto Andrade, tuvimos que encargarnos de reubicar a los primeros comerciantes ambulantes que invadían las calles del Centro Histórico de Lima. Declaramos intangible el Damero de Pizarro y tuvimos que conversar con ellos para que se pueda buscar su reubicación; eso es importante, así se formó luego Las Malvinas y Polvos Azules.
La nueva gestión edil debe mejorar lo que se hizo antes. Tiene que conversar con las asociaciones de ambulantes para saber distribuirlos bien por medio de giros y tipos de actividad, porque no es igual un vendedor de golosinas que uno de útiles. Hay que ver la forma cómo formalizarlos, sobre todo a los que más inversión tienen.
Es importante también que estos procesos se hagan mirando la ciudad. Ya no podemos concentrar más actividades económicas en esa zona sino al contrario: debemos hacer que vuelva la gente a vivir allí y contar con atractivos turísticos.
Con la participación de 405 serenos, 85 fiscalizadores, una unidad de la PNP, dos volquetes y un cargador frontal, la Municipalidad de Comas desalojó a vendedores ambulantes que estaban en el cruce de las avenidas Universitaria y San Felipe, en el límite con Carabayllo.
Se liberaron 850 metros tomados por el comercio informal por más de 40 años, se informó.