Sociedad

Mesa Redonda acosada por caos, mafias y ambulantes

Sin orden. Calles del emporio comercial del centro de Lima están otra vez en manos de la informalidad: vendedores de toda clase de productos y hasta de los propios formales. Alcalde López Aliaga dice que zona será recuperada después del Día de la Madre y alista un plan de reubicación de comerciantes.

Sin control. Así lucen las calles que conforman el sector de Mesa Redonda. La vía es usada como espacio de venta ambulatoria, ante la falta de fiscalización. Foto: Gerardo Marín/La República
Sin control. Así lucen las calles que conforman el sector de Mesa Redonda. La vía es usada como espacio de venta ambulatoria, ante la falta de fiscalización. Foto: Gerardo Marín/La República

Tierra de nadie. Ir a Mesa Redonda es encontrarse con un mundo donde no existe la fiscalización ni el control de las autoridades. Si bien existe personal de la municipalidad ubicado en las avenidas, antes del ingreso a este sector del centro de Lima, ellos solo observan cómo la venta ambulatoria persiste y crece, y solo actúan cuando ven una cámara que los graba u observa.

La República realizó un recorrido por esta zona tomada por el comercio informal donde reina el desorden y la falta de vigilancia y donde la presencia de la gestión edil es nula.

Mediodía. El ingreso a Mesa Redonda se hace por la cuadra 5 de la avenida Abancay, detrás del Ministerio Público. La zona solo está resguardada por uno o dos fiscalizadores. Frente a ellos, varios ambulantes venden sus productos como si nada. Incluso, los vendedores de chips de telefonía ofrecen estos productos a la vista de ellos. Días previos, la municipalidad de Lima dispuso la puesta de rejas en este sector por un cortocircuito ocurrido frente a la galería Tradición. Hoy no quedan rastros de eso.

Al doblar a la derecha, hacia la cuadra 7 del jirón Ayacucho, nos encontramos con miles de vendedores. Lo mismo sucede cuando vamos hacía el jirón Cusco. Por ambos lados, encontramos personas con botellas, carteras, ropa, comida, juguetes, peluches y más, en plena pista. Algunos vehículos pasan con cuidado para evitar golpearlos o dañar su mercadería.

Vendedor . Las galerías también sacan sus productos para ofertarlos en las calles. Foto: Gerardo Marin/La República

Vendedor . Las galerías también sacan sus productos para ofertarlos en las calles. Foto: Gerardo Marin/La República

Siguiendo por Andahuaylas, toda la pista está abarrotada y con marcas de tiza en el suelo que significa: es mi espacio. Los pocos carros que intentan pasar se quedan atascados por la gran cantidad de ambulantes y de personas que caminan en medio de la vía. Nadie dice nada.

Los ambulantes

En Mesa Redonda hay un promedio de 1.500 ambulantes que desde las 7 de la mañana inician su jornada y se quedan hasta las 9 o 10 de la noche. Esto es de todos los días.

María tiene cuatro hijos y lleva dos años de vendedora ambulante. Ella cuenta que decidió salir a vender por necesidad. “Hay días buenos y hay días malos”, expresa. Ella asegura que el alquiler de un puesto puede costar hasta 2.000 soles al mes.

La madre de familia sostiene que no cree en la promesa de reubicación del alcalde porque “siempre se habla de ello y nunca se cumple”.

Una historia similar vive Nelly Choquehuanca, persona con discapacidad que vende productos en plena pista. Ella cuenta que “todos aspiran a un puesto, pero que el costo es alto”. Del mismo modo, la ciudadana refiere que no son los únicos que abarrotan las calles, ya que los propios comerciantes de las galerías sacan a su gente.

“Ellos contratan a personas para que su mercadería la vendan en la calle”, detalla.

Las mafias 

Carlo Ángeles, exregidor de la municipalidad de Lima, menciona que sí existen mafias en el jirón Puno, en Mesa Redonda, donde lucran con los espacios, según un trabajo realizado por la PNP en 2021. “Cobran 20 soles al día. Al mes, es más de un millón de soles a sus bolsillos. Y no solo es ahí, también hay en jirón Ayacucho”, precisa.

En la vía. Los comerciantes pagan cupos por usar la calzada. Foto: Gerardo Marin/ La República

En la vía. Los comerciantes pagan cupos por usar la calzada. Foto: Gerardo Marin/ La República

Agrega que a este negocio se suma el de los almacenes informales donde guardan sus productos  y “que pueden ser de riesgo al no estar autorizados”. “Estos no cuentan con las medidas adecuadas y puede ahí iniciarse un incendio como sucedió hace años”, señala.

De la misma manera, indica que espera que López Aliaga logré recuperar estos espacios tomados por organizaciones. “Va a tener que ser firme para controlar todo”, subraya. Por ahora, el burgomaestre iniciará el empadronamiento de vendedores para luego reubicarlos después del Día de la Madre. ¿Lo logrará, o será solo otra promesa?

Sigue la venta de animales en el Centro

En las puertas de los negocios de la cuadra 5 del jirón Ayacucho, a solo metros del Ministerio Público, cuatro sujetos ofrecen mascotas en presencia de los fiscalizadores y frente a un cartel que dice “prohibida la comercialización de animales”. La modalidad ya no es mostrar a los perritos, sino un álbum de fotografías donde los exponen para su elección y venta.

Los fiscalizadores de la MML advirtieron nuestra presencia y los vendedores se dispersaron y ocultaron su material.