La Contraloría General exhortó a la Gerencia Regional de Salud (Geresa) de Lambayeque a que retire medicamentos e insumos vencidos que están almacenados en las farmacias de puestos de salud de la micro red de salud de Chongoyape. Empero, otro problema álgido es que la referida micro red tiene equipos biomédicos inoperativos. El último 1 de marzo, el gerente de Salud Jaime Nombera Cornejo fue notificado por la institución de control, para que ejecute acciones preventivas.
Se trata de los puestos de salud Colmena, Huaca Blanca y Pampa Grande, cuyas áreas de farmacia almacenan productos farmacéuticos vencidos de los años 2020, 2021 y 2022. Esta situación se comprobó en una visita del órgano de control realizada entre el 13 y 14 de febrero de 2023.
Durante la inspección de dos días, la entidad de control constató que siete equipos médicos están inoperativos y funcionan inadecuadamente. Los equipos averiados son autoclave, baño maría, microscopio binocular, espectrofotómetro, balanza electrónica y analizador bioquímico, en Pampa Grande; así como tensiómetro, en el puesto de salud Las Colmenas.
Mediante el Informe de Visita de Control n.° 002-2023, la Contraloría detalló que comunicó al gerente de la Red de Salud Chiclayo y al gerente regional de Salud que procedan a la eliminación de los insumos caducados. La justificación de las autoridades por el vencimiento de medicina es la poca afluencia de pacientes a los tres referidos puestos de salud del distrito de Chongoyape.
A pesar de la comunicación con las autoridades regionales de salud, la institución supervisora detalló que no se han adoptado acciones respecto a la separación y eliminación de los medicamentos vencidos. Este diario buscó la versión de representantes de la Geresa Lambayeque sobre las medidas adoptadas, sin embargo, no obtuvo respuesta a los mensajes.
En cuanto a los equipos inoperativos, la Contraloría precisó que las averías tienen períodos de tiempo que oscilan ente 1 año, 10 años y 12 años. Producto de ello, la Contraloría requirió el mantenimiento y la reposición de los equipos malogrados, debido a que son esenciales en el diagnóstico y atención de los pacientes.
Otro problema son las limitaciones para el control de asistencia del personal de los puestos de salud, y ponen en riesgo la prestación de servicios y el pago de remuneraciones. El mismo personal ha cursado documentación a la Geresa para solicitar un reloj biométrico que les permita controlar la asistencia. Hasta la fecha, no se ha atenido el petitorio del personal sanitario para mejorar el control de asistencia al local.