La matanza de siete efectivos policiales en la mañana del sábado en el distrito de Unión Asháninka (provincia de La Convención, Cusco) fue en represalia por la Operación Patriota y la intensificación de las operaciones antinarcóticos, informaron fuentes de La República en el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
Cinco de los efectivos asesinados en la emboscada pertenecían al Batallón Contrasubversivo de la Dirección de Operaciones Especiales (Dinoes) y los otros eran parte de la comisaría de Natividad.
Al mando del capitán PNP Erwin Mego Villogas, el contingente se dirigía hacia Puerto Cocos, donde existen criaderos de peces de la zona. Mego tenía el propósito de adquirir “Paco”, que es abundante en la zona, para el almuerzo de los efectivos de la Comisaría de Natividad.
Los policías se desplazaban con dirección a Puerto Cocos cuando fueron sorprendidos por una lluvia de proyectiles de fusiles AKM y granadas. Tres iban adelante y otros cinco en la parte posterior.
Una fuente de La República que estuvo en el lugar del ataque relató que la camioneta había dado un vuelco, lanzando a diferentes direcciones a los efectivos. El objetivo era no dejar a nadie vivo.
“Varios tenían disparos en la cabeza. Quiere decir que remataron a los heridos”, señaló la fuente. Las imágenes de los cuerpos -que no se reproducen por su extremada crudeza- confirman que los homicidas ejecutaron a los sobrevivientes.
Por las características del ataque, la modalidad de la emboscada y el ensañamiento de los criminales con los heridos, fuentes del CCFFAA y de la PNP concordaron en que los autores son los narcoterroristas del autodenominado Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP).
En 1999, Víctor Quispe Palomino, uno de los iniciadores de la lucha armada de Sendero Luminoso en 1980, rompió con el cabecilla Abimael Guzmán Reinoso y fundó su propia organización, MPCP. Su centro de operaciones es el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), y está comprobado, por la delación de integrantes del MPCP capturados, que se financian con cupos a los narcotraficantes y con la venta de su propia producción de droga.
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Entre el 11 y 17 de agosto de 2022, el CCFFAA desplegó la Operación Patriota que logró descubrir y neutralizar el escondite del líder del MPCP, camarada “José”. Poco después el cabecilla de la organización criminal lanzó volantes por los poblados del Vraem asegurando que respondería a la acción de las fuerzas de seguridad.
Para las fuentes del CCFFAA y de la PNP, la brutal emboscada en Natividad sería en represalia por la Operación Patriota.
Los efectivos fallecidos de la Dinoes son:
-Suboficial técnico de primera PNP Alfredo Loayza Carbajal, de 52 años, nacido en El Agustino, Lima.
-Suboficial técnico de segunda PNP Luis Cerrón Palacios, de 48 años, natural de Chupaca, Junín.
-Suboficial de primera PNP Wilder Eliseo Conozco, de 38 años, originario de Huribamba, Tayacaja (Huancavelica).
-Suboficial de tercera PNP Sandro Villegas Corahua, de 23 años, de Acarí, Caravelí (Arequipa).
-Suboficial PNP Iván Muñoz Fasabi, de 33 años, nacido en Sucre (Celendín, Cajamarca).
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Los de la comisaría de Natividad son:
-Suboficial de primera PNP Williams Quispe Anchay, de 37 años, nacido en Quinua, Huamanga (Ayacucho).
-Suboficial de tercera PNP Saúl Huaroc Samaniego, de 26 años, de Satipo, Junín.
Milagrosamente, el jefe del grupo policial, capitán PNP Erwin Mego Villogas, el jefe del grupo policial, quien se encontraba en el asiento del copiloto, logró sobrevivir a la embestida narcoterrorista. Aparentemente, los criminales creyeron que estaba muerto, por eso no lo repasaron.
Evacuado a Lima. Los narcoterroristas creyeron muerto al capitán PNP Erwin Mego Villogas y no le dieron el tiro de remate. Foto: difusión
Por la modalidad del ataque, los narcoterroristas estuvieron vigilando varios días las rutinas de los policías de la comisaría de Natividad, por lo que sabían que en la mañana del sábado iba a salir un contingente a comprar víveres.
En un video filmado por uno de los compañeros de armas de las víctimas que llegó a la escena del crimen, registró el escenario espantoso. En el interior de la cabina de la camioneta asignada a la comisaría de Natividad, de placa EPF-602, se encontraban los cuerpos de dos efectivos de la Policía postrados en el asiento posterior del vehículo siniestrado. Ambos tenían impactos de bala en la cabeza.
Otros cuatro cuerpos yacían tendidos fuera del vehículo en medio de un charco de sangre. El primero estaba boca abajo. Presentaba un tiro en la cabeza. Un paso más allá, un segundo cuerpo yacía en posición de cúbito ventral, llevaba una camiseta con la insignia de la PNP. Tenía el brazo derecho destrozado y un impacto de bala en la cabeza. A unos metros, los restos del tercer policía estaban en la misma posición con un balazo en el pecho. Vestía el uniforme de la Dinoes.
Mientras que un cuarto policía, con el brazo y la pierna derechos destrozados, y bañado en sangre, se movía de un costado a otro tratando de aferrarse a la vida.
“¡Ayúdame! ¡Ayúdame!”, se le pudo escuchar clamar al efectivo. Lamentablemente falleció. Había otro policía que intentó incorporarse levemente. Pero expiró en el lugar.
Los asesinos, quienes dispararon desde ambos lados de la carretera, se dieron tiempo para arrebatar a los policías abatidos sus fusiles AKM y pistolas de reglamento. También mataron al perro que era la mascota de la comisaría.
La zona de Puerto Cocos es ampliamente conocida por actividades del narcotráfico. Las autoridades han detectado pistas clandestinas y en una ocasión una avioneta de bandera boliviana, que abandonaron los narcos porque se había accidentado. Fuentes de la Dirección Antidrogas confirmaron que es una zona de producción de cocaína.
Dirigentes de las comunidades asháninkas han denunciado ante las autoridades la usurpación de su territorio por parte de “colonos” que se dedican al cultivo de hoja de coca, que se destina a la elaboración de droga.
Según reportes de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin), el MPCP cuenta con 167 hombres armados en el Vraem.
Los efectivos de la PNP asesinados estaban destacados en la comisaría de Natividad, un centro poblado a 20 minutos de distancia de Puerto Cocos, adonde fueron a adquirir pescado y otros víveres para el sustento de los agentes asignados en la dependencia policial.
Suboficiales PNP. Arriba: Wilder Eliseo Conozco, Sandro Villegas Corahua, Iván Muñoz Fasabi y Williams Quispe A. Abajo: Luis Cerrón Palacios, Saúl Huaroc Samaniego y Alfredo Loayza Carbajal. Foto: composición La República