Esta madrugada, en el asentamiento humano Veinte de enero, en San Juan de Lurigancho, unos ladrones intentaron robar a un policía que estaba vestido de civil.
En represalia, y para defender al agente del ataque de los delincuentes, los vecinos quemaron el mototaxi donde iban los malhechores. De acuerdo con América, lo incendiaron para que los sujetos no tengan herramientas para volver a la zona y seguir delinquiendo.
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Se presume que los asaltantes ya habrían estado acechando el lugar en busca de víctimas. Por ello, cuando divisaron a un hombre que caminaba solo con una mochila en la madrugada, pensaron que era una presa fácil, pero se trataba de un policía vestido de civil.
Le cerraron el paso con la mototaxi y así empezó el forcejeo. Es entonces que el policía realizó disparos al aire con su arma de reglamento y los ladrones, quienes no habrían estado armados, trataron de huir del lugar en su vehículo, pero este habría tenido algún problema, por lo que decidieron correr y dejaron la moto abandonada.
Los vecinos salieron de sus casas al escuchar todo lo sucedido y, enojados por la falta de seguridad constante, decidieron quemar el medio de transporte de los asaltantes.
Hasta el momento se conoce que la investigación del intento de asalto se llevará a cabo en la Comisaría de Santa Isabel. Lo que queda del mototaxi ya ha sido llevado a este establecimiento.
Por su parte, lo moradores del asentamiento humano Veinte de enero piden mayor seguridad debido a que estos hechos delictivos son muy constantes y se sienten desprotegidos. Sostienen que si los delincuentes no les encuentran pertenencias qué robar, los golpean.
Denuncian que la Policía no hace caso a sus llamados, pese a que la comisaría está a cinco minutos. En este caso, al tratarse de un colega afectado, el cuerpo de ayuda sí llegó rápido, pero no siempre ocurre lo mismo, señalaron.