El racismo inverso no existe. El tema volvió a la palestra luego de la entrevista que le hizo la periodista Juliana Oxenford al expresidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido. En la acalorada conversación, la mujer de prensa aseguró que el congresista de izquierda es racista porque hizo alusión a su origen argentino y su color de cabello.
“Es más que obvio. Su problema es que es sumamente racista y le molesta que yo tenga orígenes argentinos, mi color de pelo y ese es su problema porque a mí no me molesta. Tiene ese discurso de que sí es racista”, argumentó la figura de ATV ante el parlamentario de Perú Libre.
Al respecto, la periodista y activista afrofeminista Sofía Carrillo, en comunicación con la República, aclaró que este concepto no existe, ya que las personas blancas y mestizas no viven bajo un sistema que oprime y vulnera sus derechos por su color de piel, forma de hablar, rasgos físicos, entre otros.
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“Esto no existe porque si el racismo fuera al revés, se tendría que considerar la situación que se ha vivido hace siglos hacia la población no blanca. Tendríamos que hablar de una población blanca esclavizada, abusada de manera sistemática por el color de piel, de sus ideas, creencias y que a partir de esto haya tenido barreras para el acceso a la educación, salud, a las universidades”, recalcó la especialista.
Pero si este argumento no es viable, ¿por qué se sigue mencionando? Para la especialista, esto nace y es reproducido por colectivos opositores a la lucha antirracista, quienes se ven amenazados y desestabilizados cada vez que la minoría reclama y busca avanzar en cuanto a protocolos y leyes que los amparen.
Los comentarios del congresista Guido Bellido contra Juliana Oxenford no fueron racistas, pero sí prejuicios raciales. ¿Qué significa esto? Estas son etiquetas que se tienen hacia otras personas producto de la estereotipación y aprendizaje social.
Sin embargo, la activista precisó que, si bien esto puede afectar a las personas blancas y mestizas, no llega a tener una carga como pasa con el racismo, ya que fuera de este contexto, estos ciudadanos vuelven a ser parte de un sector que cuenta con diversos privilegios, como mayor posibilidades económicas, sociales, culturales y más.
“Los prejuicios raciales existen y deben ser rechazados porque también pueden afectar de manera particular a las personas blancas o mestizas”, subrayó la periodista.
De acuerdo a una encuesta que hizo el Ministerio de Cultura (Mincul) en el 2017, las principales causas de discriminación en el país son por el color de piel de las personas y por la forma en la que hablan.
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Este fenómeno social, según el mismo estudio, se suele dar con mayor frecuencia en hospitales públicos, postas médicas, comisarías y municipalidades.
Los actos de discriminación son considerados como un delito, de acuerdo al artículo 323 del Código Penal. Sin embargo, la periodista Sofía Carillo asegura que esto no es suficiente, ya que no existen acciones concretas en cuanto a sanciones.
Para cambiar el panorama, han presentado dos propuestas desde el Mincul para promover una Ley contra el racismo y la discriminación racial en el país. En el Congreso, también hay una, pero hasta el momento no hay señales de un avance.
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“No hay acciones concretas que nos estén orientando a decir que hay un cambio real. Como la noticia, pasan los días y nos olvidamos del tema. […] (Si se aprueba una ley) nos permitiría trabajar en prevención, en protocolos, en educación antirracista, además, se podrían trabajar estos temas en la televisión”, finalizó la periodista.