El drama de dar a luz en medio de la emergencia sanitaria en Cusco
Raúl Vílchez y su esposa Eliana Castro, tuvieron que viajar más de 11 horas desde la comunidad de Poyentimari para que la joven pueda dar a luz a su segunda hija en el hospital de Contingencia en Cusco.
Cusco. La propagación del coronavirus no solo ha desnudado el precario sistema de salud del país, también evidencia brechas sociales y económicas que existen en los pueblos más alejados y donde la presencia del Estado es casi nula.
Un ejemplo es el drama que viven Raúl Vílchez y su esposa Eliana Castro. Ante la falta de un adecuado centro de salud en su natal Echarati, provincia de La Convención, tuvieron que viajar por más de 11 horas desde su comunidad nativa de Poyentimari para que la joven madre pueda dar a luz a su segunda hija en el hospital de Contingencia en Cusco.
El nacimiento se dio en pleno aislamiento social, situación que se complicó con el estado de salud de la recién nacida, pues presenta una patología en el corazón que la tiene internada en la unidad de Neonatología del nosocomio.
La madre todos los días acude a esos módulos que sirven de hospital para atender a su pequeña, luego de 10 horas ininterrumpidas tiene que dejarla al cuidado de los galenos y enfermeras antes que la agarre el toque de queda.
Raúl es un licenciado del Ejército, tuvo que dejar sus estudios de gastronomía para estar junto a su familia. Ellos viven en un pequeño cuarto que un familiar les facilitó, sin embargo, tiene que ser compartido por otras cuatro personas.
Lejos de casa y sin recursos, la pareja tuvo que recurrir a la caridad ajena a través de las redes sociales y les brindaron algún tipo de apoyo. Ellos no calificaron para el bono de emergencia, tampoco una autoridad se les acercó para entregarles canastas de víveres.
