Documentos del proceso de comprar de 55.000 raciones de campaña para efectivos militares por parte del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas demuestran que los oficiales encargados de la operación adjudicaron la provisión de los alimentos a la empresa Lealto EIRL, sin exigirle la presentación de los registros sanitarios de cada producto.
De acuerdo con las normas establecidas por el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (Seace), es obligatorio que las empresas proveedoras presenten “el Registro Sanitario o el Certificado de Registro Sanitario emitidos por la Digesa (Dirección General de Salud Ambiental) de los productos requeridos en el proceso de selección (de propuestas), debiéndose implementar dicha exigencia y suprimiéndose cualquier regulación que resulte contraria a lo indicado”. Los registros sanitarios de Digesa garantizan que los alimentos son adecuados para consumir.
Que el CCFFAA contrató a Lealto EIRL pasando por alto la exigencia de los registros sanitarios de las raciones de combate elaboradas por la empresa estadounidense Nex-Xos, con oficinas en Florida, lo prueban los oficios que remitió la proveedora nacional al organismo castrense, informando que se había retrasado en la entrega porque Digesa tardaba en emitir los certificados.
Lealto EIRL inició tardíamente los trámites ante Digesa; por lo tanto, la responsabilidad por la tardanza sin duda alguna corría por cuenta de esta compañía. Pero atribuyó el problema a Digesa, según los documentos que envió al CCFFAA.
En efecto, Lealto EIRL cambió hasta en 3 ocasiones la fecha del suministro de las 55.000 raciones de campaña, según pudo comprobar La República en el expediente del proceso de compra:
-El 9 de mayo en carta dirigida al jefe de la Unidad de Logística del CCFFAA, teniente coronel EP Luis Cuya García, el propietario de Lealto EIRL, Luis Alvarado Ato, le informó que “los retrasos de (los) Registros Sanitarios por parte de Digesa a las raciones de campaña están impidiendo el desaduanaje de los productos que se encuentran en el terminal portuario del Callao”, por lo que solicitó “una ampliación del plazo (...) por el periodo de 7 días”. No cumplió.
-El 15 de mayo, Luis Alvarado en misiva dirigida al teniente coronel Luis Cuya, le requirió una nueva extensión del plazo, otra vez por 7 días, y volviendo a imputar el retraso a Digesa: “Continúan los retrasos sanitarios por parte de la Dirección General de Salud Ambiental a las raciones de campaña, lo que está impidiendo el desaduanaje de los productos que se encuentran en el terminal portuario del Callao”. Tampoco cumplió con esta fecha.
Demasiado tarde. Las raciones llegaron fuera de la fecha. Foto: difusión
El 23 de mayo, el propietario de Lealto EIRL remitió al teniente coronel Luis Cuya un oficio informando de una nueva tardanza en la entrega de los productos, esta vez porque los ambientes (de almacenaje) todavía no estaban habilitados para el internamiento de las raciones de campaña (sino) a partir del 31 de mayo.
Conforme a los documentos, el CCFFAA recién dio conformidad del recibo de las raciones de campaña el 7 de junio. La empresa no recibió ninguna sanción. Le perdonaron la tardanza.
PUEDES VER: Federación Médica exige disculpas de Boluarte tras decir que "malogran a propósito" los instrumentos
El contrato indica que por cada día de retraso se le aplica a la empresa una penalidad de S/51.562. En lugar de hacerlo, el CCFFAA firmó una adenda para ampliar el plazo. Y tampoco cumplió. Y mucho menos le aplicó la penalidad que supera los S/412.000.
A lo señalado se añade que Lealto EIRL tampoco consignó la fecha de vencimiento de las raciones de campaña.
En las tres declaraciones únicas de importación (DUI) de los productos elaborados por la compañía norteamericana Nex-Xos, Lealto EIRL omitió consignar la fecha de vencimiento, o lo hizo de manera incompleta. Lo más llamativo es que ningún oficial del CCFFAA que fue parte del proceso se quejó por esta gravísima falta. Es bueno recordar que no se trataba de la compra de uniformes, chalecos antibala o borceguíes, sino de alimentos para los efectivos que salen a cumplir con su misión.
Todo este rosario de irregularidades que no fueron acotadas por las oficiales del CCFFAA parecen tener una sola finalidad: favorecer al proveedor Lealto EIRL.
Documentos prueban que Lealto EIRL fue contratada por el CCFFAA sin contar con el registro sanitario.