En la provincia de Kwango, al suroccidente de la República Democrática del Congo (RDC), al menos 143 personas han muerto durante el mes de noviembre a causa de una enfermedad desconocida. Los afectados presentan síntomas similares a los de la gripe, como fiebre alta y dolores de cabeza intensos. Las autoridades locales han alertado sobre un aumento continuo en el número de casos, lo que genera una creciente preocupación, especialmente por la vulnerabilidad de mujeres y niños.
A pesar de los esfuerzos por contener el brote, la falta de infraestructura sanitaria en la zona y las dificultades para acceder a tratamientos adecuados agravan la situación. La enfermedad sigue sin ser identificada y el Gobierno de la RDC junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) están trabajando para encontrar respuestas y frenar la propagación.
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En noviembre de 2024, la provincia de Kwango, en el suroccidente de la República Democrática del Congo, ha sido el epicentro de un brote epidémico que ha dejado hasta 143 víctimas mortales. La enfermedad, que aún no ha sido identificada, presenta síntomas comunes a la gripe, como fiebre alta y dolores de cabeza severos. Las autoridades locales, entre ellas Remi Saki, vicegobernador de la provincia, y Apollinaire Yumba, ministro de Salud Provincial, han señalado que la situación es de extrema preocupación debido a la rapidez con la que se han multiplicado los casos.
A pesar de que los equipos médicos han sido desplegados para realizar investigaciones y tomar muestras en la zona, la identificación de la enfermedad sigue siendo un desafío. Según Cephorien Manzanza, líder de la sociedad civil en la región, el número de infectados sigue aumentando, lo que dificulta la contención del brote. Mientras tanto, la falta de recursos médicos y las dificultades logísticas de la zona complican la respuesta al brote.
Una de las preocupaciones principales en este brote es que mujeres y niños son los más gravemente afectados. Aunque las razones exactas no se conocen, se presume que el sistema inmunológico más débil de los niños y las condiciones de vida de las mujeres en algunas áreas rurales contribuyen a la gravedad de la enfermedad. Además, la falta de acceso adecuado a atención médica en zonas como Panzi, donde se ha concentrado la mayor parte de los casos, ha dejado a muchas personas sin tratamiento y sin la posibilidad de evitar complicaciones.
En las comunidades rurales, las víctimas de la enfermedad suelen morir en sus hogares debido a la escasez de hospitales y personal médico, lo que ha generado un gran número de muertes evitables. Las autoridades sanitarias han alertado sobre la necesidad urgente de aumentar la presencia de médicos, personal de salud y medicamentos en la región, especialmente para atender a estos grupos vulnerables.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha respondido rápidamente al brote, y ya se encuentra trabajando junto con el Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo para investigar la causa de la enfermedad y contener su propagación. Según un portavoz de la OMS, el organismo fue alertado sobre la situación a finales de la semana pasada y ha enviado un equipo de investigación para recolectar muestras y analizar posibles vínculos con virus o bacterias desconocidas.
Sin embargo, uno de los mayores obstáculos que enfrenta la OMS y el gobierno congoleño es la dificultad de acceso a las zonas rurales. Esto ha limitado la capacidad para realizar pruebas exhaustivas y distribuir rápidamente los recursos necesarios para tratar a los infectados. A pesar de estos desafíos, la OMS sigue comprometida con la investigación y ha enfatizado la importancia de continuar los esfuerzos para identificar la enfermedad lo antes posible y evitar que se propague a otras regiones del país.
El control del brote y la identificación de la enfermedad son ahora prioridades para la comunidad internacional, que está trabajando para brindar apoyo y evitar nuevas muertes. A medida que avanzan las investigaciones, se espera que la situación en Kwango pueda estabilizarse y que los esfuerzos de la OMS y las autoridades locales logren frenar la propagación de esta misteriosa enfermedad.