Bai Tianhui, exdirector general de China Huarong International Holdings Limited, ha sido sentenciado a pena de muerte en China tras ser hallado culpable de recibir sobornos que superan los 1.100 millones de yuanes (aproximadamente 154 millones de dólares). Este veredicto, emitido por un tribunal en la ciudad septentrional de Tianjin, pone de relieve el alcance de la corrupción en el país y las severas medidas adoptadas para combatirla.
Después de la crisis financiera asiática en 1999, China Huarong International Holdings Limited, identificado como uno de los cuatro "bancos malos" de China, fue creado con el objetivo de abordar las insolvencias en el sistema bancario nacional. Sin embargo, a partir de 2012, con la dirección de Lai Xiaomin, la entidad experimentó una metamorfosis significativa, convirtiéndose en un conglomerado financiero que incursionó en inversiones de alto riesgo. Este cambio estratégico culminó con su salida a bolsa en Hong Kong en 2015.
La condena de Bai Tianhui es parte de una campaña anticorrupción liderada por Xi Jinping. Foto: CCTV
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El ex alto ejecutivo de Huarong, Bai Tianhui, fue acusado de aceptar sobornos durante su gestión entre 2014 y 2018, beneficiando a entidades relacionadas en asuntos como adquisiciones de proyectos y financiación corporativa. El tribunal dictaminó que el valor del soborno era extremadamente grande y las circunstancias del delito, particularmente graves, causando un impacto social negativo y un daño significativo a los intereses del país.
De esta manera, Bai fue condenado a muerte y privado de sus derechos políticos de por vida, con la confiscación de todos sus bienes personales y el producto de los sobornos entregados al tesoro estatal, según informó el último martes 28 de mayo la Televisión Central de China.
Más de 610.000 funcionarios en China han sido sancionados por corrupción durante el gobierno de Xi Jinping. Foto: EFE
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La sentencia de Bai Tianhui es parte de la campaña anticorrupción liderada por Xi Jinping desde 2012, que ha resultado en la sanción de cientos de miles de funcionarios por corrupción en China.
A pesar de que esta iniciativa, destacada como uno de los principales programas de Xi, ha revelado casos significativos de corrupción dentro del Partido Comunista Chino, algunos observadores han sugerido que también podría estar siendo empleada para socavar la trayectoria política de ciertos opositores o detractores.
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La pena de muerte en China se aplica a delitos considerados extremadamente graves, como la corrupción en casos de gran magnitud. Aunque las cifras exactas de ejecuciones en China no son públicas, se estima que el país lleva a cabo miles de ejecuciones cada año, siendo uno de los principales ejecutores a nivel mundial.
En 2023, según información proporcionada por la Comisión Central de Disciplina y Supervisión del Partido Comunista de China (PCCh), la institución encargada de combatir la corrupción dentro del partido gobernante, se impusieron sanciones por corrupción a un total de 610.000 funcionarios en China.