El Medio Oriente ya era un polvorín. Y acaba de estallar. Dos de las más grandes potencias de la región se enfrentan: Irán ha empezado su venganza enviando cientos de drones hacia territorio israelí. El régimen israelí de Netanyahu prometió que respondería. Tienen el poder para hacerlo. Además tiene el apoyo de Estados Unidos y de sus aliados.
PUEDES VER:
Guerra entre Irán e Israel EN VIVO: confirman que fueron lanzados más de 200 misiles y drones
En medio de este peligro, ¿quiénes son los halcones, los hombres duros, los que tienen el poder en esta región tan convulsa? En el lenguaje de la Guerra Fría, el halcón es quien apuesta por la guerra, el que entiende que a la política la domina la fuerza, no la conciliación. ¿Quiénes son las cabezas visibles en la región en este contexto del choque armado entre Israel e Irán?.
Alí Jamenei, de 84 años, acaba de decir que Israel “será abofeteado” por su ataque al consulado iraní en Siria. “El régimen sionista se acerca al colapso y destrucción”, anunció. Y empezó a hacer realidad su promesa.
Cuesta creer que Jamenei fuese considerado antes un líder moderado, como se le veía en 1989, antes de llegar al poder. Sus biógrafos recuerdan que hasta lo veían inofensivo. Hoy es la máxima figura de la facción dura en Teherán.
Es, sin duda, uno de los hombres más poderosos de la región. En Irán su palabra es ley. Una orden suya se acata no solo en su territorio, sino también en la red de grupos proxy y aliados, como Hamás y la Yihad Islámica en Palestina, Hezbolá en Líbano, hutíes en Yemen, Fuerzas de Movilización Popular en Siria e Irak.
PUEDES VER:
Así se vio el lanzamiento de drones de Irán que llegarían a Israel en las próximas horas
Alí Jamenei, que nació en una familia de religiosos chiitas el 4 de octubre de 1940 en Mashad, se dedica a la jardinería, la poesía y el estudio del Corán, cuando no está advirtiendo a Israel y EEUU de posibles venganzas. Participó en las revueltas contra el sha Mohammad Reza Pahlevi. En 1979, con el triunfo de la revolución, Ruhollah Jomeini lo nombró consejero. En 1989, al morir Jomeini, fue elevado a ayatolah, la máxima dignidad del clero shií.
Jamenei y el régimen autocrático iraní ha fortalecido su capacidad militar. Ha aumentado su cooperación con la Rusia de Putin y con la China de Xi Jinping (en marzo las tres potencias hicieron maniobras navales en el Golfo de Omán). Y por si fuera poco, ha mejorado sus relaciones con Turquía, Arabia Saudita y Egipto, países claves en la región y distanciadas con Israel por la destrucción de Gaza. ¿Todo fue planeado para la confrontación? Veremos lo que acontece ya iniciada la guerra.
Benjamin Netanyahu es, sin duda, un político de línea dura. Nacido en Tel Aviv en 1949, un año después de la fundación del Estado de Israel. Criado y educado en tierra norteamericana.
No las tiene todas consigo el primer ministro israelí. Su régimen está bajo una enorme presión internacional para aliviar el drama humanitario en la Franja de Gaza. Varios de sus aliados tomaron distancia. Arabia Saudita, que ya había avanzado en normalizar sus relación con Israel, con el impulso de Estados Unidos, decidió cortar de plano ese proceso.
Y hasta su principal aliado y proveedor de armas, la Casa Blanca, le condicionó apoyo a que proteja a civiles y a trabajadores voluntarios en Gaza, sobre todo luego del bombardeo israelí que mató a 7 voluntarios, entre ellos, 6 miembros de la ONG World Central Kitchen.
Biden y también sus propios compatriotas le pidieron a Netanyahu alcanzar un “alto al fuego” con Hamás, y que no ejecute la operación terrestre en Rafah donde se hacinan 1,5 millones de palestinos desplazados por la violencia.
PUEDES VER:
Cancillería del Perú pide a connacionales en Israel mantenerse en alerta por ataques de Irán
También le pidió que no involucre a Irán y evite un conflicto regional, pero, halcón al fin y al cabo, Netanyahu respondió: “Actuaremos bajo el principio de si alguien nos hace daño o planea hacerlo, nosotros le haremos daño”. Sabe que, finalmente, recibirá apoyo norteamericano. Como ha recibido ya, tras el ataque de Irán, deteniendo los drones y misiles enviados por Irán.
Él, que fuera miembro de las Sayeret Matkal (fuerzas de élite de Israel), que perdió a su hermano mayor Yonathan Netanyahu en Entebbe, que fue involucrado en casos de corrupción, que sufre grandes protestas pidiendo su dimisión, ha anunciado: “Estamos listos para atacar en varios escenarios”.
Recep Tayyip Erdogan, que estuvo al frente del despegue económico de Turquía, que ha lidiado con Occidente, los Balcanes y el Cáucaso adquiriendo gran poder, acaba de recibir un mazazo electoral en la lid municipal. Su partido, Justicia y el Desarrollo (AKP), ha perdido el dominio de más de 20 años en el poder a nivel local. Pero en Oriente Medio, Erdogan sigue siendo un hombre poderoso. La guerra ruso-ucraniana, iniciada en febrero del 2022, lo posicionó como mediador clave en la región. País miembro de la OTAN, Turquía ha tenido buenas relaciones con Moscú y Kiev. A sus aliados occidentales no les gustan esas relaciones con Moscú.
En la actual contienda Israel-Hamás, Turquía se involucró en acciones humanitarias y ofreció mediación. Pero de esa posición dialogante pasó a la condena. Erdogan acusó al Estado judío de actuar como “organización terrorista”, comparó el bombardeo a Gaza con el holocausto, apeló a la solidaridad entre musulmanes y hasta insinuó la posible intervención a favor de Hamás.
Atrás quedó el hecho de ser el primer país musulmán en reconocer el Estado de Israel. El martes, Turquía anunció restricciones comerciales a Israel “hasta no ver alto al fuego en Gaza”, en hierro, acero, combustible de aviación, fertilizantes, etc. En cambio, con Irán, con la que antes tuvo mucha tensión, estaba en proceso de dejar atrás sus diferencias. Erdogan y el presidente iraní Ebrahim Raisi se reunieron tratando la defensa de Palestina y su lucha contra los kurdos. Papel militar y político clave el de Ankara, en este choque Irán-Israel.
Hace unos días, el martes 4 de abril, Abdel Fatah al Sisi prestó juramento para iniciar su tercer mandato al frente del más poblado de los países árabes, Egipto, con sus 106 millones de habitantes. El exmariscal de 69 años ganó con el 89,6% de los votos. ¿Sus opositores? Fuera de juego o encarcelados.
Sisi lleva una década en el poder y podría permanecer en el cargo hasta 2030. Fue jefe del ejército y ministro de Defensa. Orquestó en 2013 –un año antes de su llegada a la presidencia– la destitución del islamista Mohamed Mursi, tras grandes manifestaciones. Luego del golpe de Estado, desató una represión feroz con la oposición y los Hermanos Musulmanes.
Al igual que Erdogan, Sisi ha mejorado sus relaciones con los iraníes desde el estallido de la guerra en Gaza. El líder egipcio denunció que lo de Israel no es solo un acto militar contra Hamás sino también para empujar civiles a migrar a Egipto. Pese a todo, aún en El Cairo es importante la influencia de EEUU, más aún con la grave crisis, la inflación del 40% en 2023, la escasez de divisas que dificulta el comercio y el colapso de la libra egipcia que perdió dos tercios de su valor.
Nació en Yeda, Arabia Saudita, el 31 de agosto de 1985.
Mohamed Bin Salman es el príncipe heredero de Arabia Saudita desde el 2017. Los politólogos lo señalan como el hombre fuerte del régimen y cerebro de la expansión wahabista a nivel mundial. Este líder parecía encaminar a su nación a cimentar lazos con Israel, incluso los expertos coinciden en que Riad dio un silencioso asentimiento a que sus vecinos del Golfo –Emiratos Árabes Unidos y Bahréin– impulsaran lazos con el Estado judío en el 2020, con el beneplácito de Washington.
PUEDES VER:
Estados Unidos alerta de inminente ataque de Irán a Israel con misiles y drones como represalia
Pero la ‘cuestión palestina’ frustró esos planes. Por el contrario, en los últimos tiempos creció su cercanía con Irán, otrora su gran rival geopolítico, y ha restablecido lazos en seguridad, comercio e inversión, con la importante mediación de la China de Xi Jinping.
Un actor importante es el emir Tamim bin Hamad Al Thani, de Qatar. Es curioso su rol de mediador, por ejemplo en el choque en Palestina, donde desplazó a Egipto: apoya a Hamás (su líder Ismail Haniyeh vive en Qatar), pero mantiene buena relación con Israel y EEUU (tiene ahí su mayor base militar).
Otra presencia importante es la de Hassan Nasrallah, el líder de Hezbollah, la milicia más poderosa de la región. “Los barcos de EEUU en el Mediterráneo no nos asustan”, ha dicho.
Otro líder es Abdulmalik Badreddin al Houthi, del movimiento yemení Ansarolá, que ha prometido castigar a Israel y EEUU. Y ya se sabe, por los ataques en el Mar Rojo, que cumple lo que anuncia.