El presidente ucraniano Volodimir Zelenski obtuvo ayer nuevas promesas de entrega de material militar, además del apoyo diplomático “inquebrantable” de los países del G7 en Hiroshima, Japón, después de que Rusia reivindicara la toma de Bajmut, desmentida por Ucrania.
El jefe de Estado ucraniano llegó el sábado a Hiroshima, donde se reunió con los dirigentes de las siete economías occidentales más industrializadas (EE. UU., Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia), además de otros invitados a la cumbre.
Poco después de su llegada, Moscú aseguró que capturó Bajmut, escenario de la más larga y sangrienta batalla desde que comenzó la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
Zelenski reconoció que había tropas rusas en esa ciudad del este del país, pero insistió en que la localidad “no está ocupada”. Tras colocar unas flores en un monumento en memoria a las víctimas del bombardeo atómico de 1945 en Hiroshima, el presidente ucraniano comparó aquel ataque con la situación actual en Bajmut.
“Las fotos de Hiroshima me recuerdan a Bajmut. No hay absolutamente nada vivo, todos los edificios están destruidos […] Una destrucción absoluta y total”, señaló. Pero prometió que, como Hiroshima, Ucrania también se recuperará.
Defensa. Tanques T64 ucranianos en Bajmut. Foto: AFP
Hasta la aparición de Zelenski, China era uno de los focos de esta cumbre. Aun así, el G7 intentó superar sus diferencias internas sobre China y, en su declaración final, abogó por reducir lo que considera una dependencia “excesiva” del gigante asiático a la hora de acceder a suministros en industrias clave como las tecnológicas.
Pese a todo, el tono fue conciliador y el texto ni siquiera mencionó expresamente a Pekín cuando se refirió al tema de la “coerción económica” en un intento por complacer a Francia y Alemania, según reveló este domingo el presidente francés, Emmanuel Macron.
Aprovechando el momento, el presidente ucraniano se reunió con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien prometió a Kiev nuevos envíos de armas, municiones y vehículos blindados por valor de unos 375 millones de dólares, días después de permitir a sus aliados el suministro de aviones de combate F-16 a Ucrania.
Biden aseguró que los países occidentales que apoyan a Kiev “no vacilarán” ante la ofensiva rusa en Ucrania. “Putin no romperá nuestra determinación [de apoyar a Kiev], como creía que podía hacer”, señaló.
“Los dirigentes del G7 invitaron a su reunión al jefe de filas del régimen de Kiev, al que controlan, y transformaron el evento de Hiroshima en un espectáculo de propaganda”, apuntó en respuesta a todo este evento ayer el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
La presencia de Zelenski en Hiroshima colocó la invasión rusa de Ucrania en el centro de los debates del G7, eclipsando otras temáticas como las relaciones de los aliados con China.
Con esta invitación “hemos mostrado la solidaridad inquebrantable del G7 con Ucrania”, afirmó el primer ministro japonés, Fumio Kishida, anfitrión de la cumbre. En sus sucesivas reuniones, Zelenski trató de reunir apoyos para un plan de paz de diez puntos, centrado en exigir a Rusia su retirada del territorio ucraniano.
Pero la ofensiva diplomática del presidente ucraniano no fue del todo redonda: el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, no se reunió con su homólogo ucraniano cara a cara.
Lula, que ha criticado a los países del Consejo de Seguridad de la ONU, se ha mostrado reacio a condenar la invasión rusa.
El momento destacado del G7 fue el anuncio de sanciones contra Rusia, iniciativa liderada por EE.UU., Canadá y Reino Unido, que quisieron castigar a los cientos de individuos y empresas que están ayudando al Kremlin a esquivar las sanciones que Occidente ha impuesto desde el inicio de la invasión en febrero del 2022.
La UE adelantó que prepara un nuevo paquete de sanciones que incluirán restricciones a las exportaciones rusas de diamantes, una de las grandes vías de financiación del Kremlin.
Volodimir Zelenski “aseguró rotundamente” que los aviones de combate F-16 que recibirá Kiev no atacarán el territorio ruso, declaró su homólogo estadounidense Joe Biden el domingo, tras aprobar la entrega de estos cazas.
“Zelenski me aseguró rotundamente que no los utilizarán para entrar en territorio geográfico ruso, pero podrán hacerlo allí donde haya tropas rusas en Ucrania y la zona”, indicó Biden en la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón.