Un año de guerra contra Ucrania

El 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una brutal invasión a gran escala en el territorio ucraniano en contra de los principios de soberanía e integridad territorial de Ucrania. Estos son dos de los principios fundamentales más básicos e importantes del derecho internacional y de las Naciones Unidas. Solo una semana antes, Rusia afirmaba, ante la ONU, que las sugerencias de que iba a invadir eran infundadas, a pesar de una acumulación de más de 130.000 de sus tropas en la frontera.

Las consecuencias del desastre humanitario y económico que sufren a diario los ucranianos son un tema que debería conmovernos a todos. Vidas y familias, como las nuestras, destrozadas. Pero las consecuencias no solo paran en el borde de las fronteras. Estas se han extendido más allá, por toda Europa y el mundo, incluso hasta el Perú. La agresión de Rusia contra Ucrania es un grave desafío al sistema internacional basado en normas que sustentan la paz, prosperidad y seguridad global.

Desde la fecha en que Vladimir Putin eligió el camino de la guerra, el mundo ha sido testigo de numerosas atrocidades —incluidas algunas que son consideradas crímenes de guerra por el derecho internacional— perpetradas por soldados rusos y sus paramilitares en territorio ucraniano. Algunas de estas incluyen ataques indiscriminados en objetos civiles, incluyendo hospitales; el ataque y asesinato de civiles; violaciones sexuales; y la reubicación forzosa de ciudadanos, incluidos niños y niñas.

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Pero Rusia no anticipó el coraje, la valentía y la resistencia del pueblo ucraniano, ni su determinación de seguir siendo libre. Rusia no anticipó la reacción inmediata y la condena pública de sus acciones por parte de la gran mayoría de la comunidad internacional.

Quizás Vladimir Putin pensó que no había forma de que el vecino más pequeño se defienda eficazmente de un ataque a gran escala. Pero Ucrania demostró a Putin que estaba equivocado. Los ucranianos lucharon y continúan luchando con gran firmeza por su independencia y su libertad, y su país continúa recibiendo ayuda militar y humanitaria para defender a su pueblo y sus territorios.

Rusia no esperaba que los países democráticos del mundo unieran sus voces para condenar tan claramente este brutal ataque. Tampoco esperaba la abrumadora cantidad de ayuda humanitaria, financiera y de equipamiento militar enviada a Ucrania.

La guerra de Rusia en Ucrania ha aumentado la inseguridad alimentaria y energética, generando olas de inestabilidad, inflación e incertidumbre en el mundo entero. Como resultado, personas lejanas a la invasión rusa —como los peruanos— pagan precios más altos por alimentos y energía. Como hemos podido ver en votaciones recientes en la ONU, más de 140 países, incluido Perú, han condenado la invasión rusa ilegal en Ucrania. La reacción es y seguirá firme por parte de la comunidad internacional.

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Hoy, 12 meses después del inicio de esta guerra injustificable, no provocada e ilegal, las misiones diplomáticas en Perú que firman esta carta hacen un llamado a no mirar hacia otro lado ante lo que sigue sucediendo en Ucrania.

Los países abajo firmantes han trabajado codo a codo con socios en todo el mundo para reforzar la capacidad de Ucrania de resistir la embestida rusa y para que se respete la Carta de las Naciones Unidas. Aplaudimos a todos los países que se han unido en solidaridad con Ucrania en defensa de su soberanía e integridad territorial.

Las acciones y decisiones políticas, incluidas las sanciones adoptadas por los países libres, no son una amenaza ofensiva contra Rusia. Tienen como objetivo ayudar a Ucrania a llevar a cabo la responsabilidad más básica de un Gobierno: defenderse a sí mismo y a su pueblo de una invasión ilegal, de la violencia y de la agresión. Recordemos: son soldados rusos y mercenarios pagados que están en territorio ucraniano, no por el contrario.

Continuamos condenando las acciones de Rusia, y exigimos a Rusia que ponga fin a la guerra de inmediato, cesando sus ataques contra Ucrania, y que retire completa e incondicionalmente sus fuerzas del territorio ucraniano. Queremos subrayar la necesidad de alcanzar, lo antes posible, una paz global, justa y duradera, coherente con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Como dijo el presidente Zelensky en su discurso en el Parlamento Británico hace unos días: “Cualquiera que invierta en terrorismo debe rendir cuentas. Cualquiera que invierta en violencia debe compensar a quienes han sufrido el terror.”

Suscriben esta declaración los representantes de las siguientes misiones diplomáticas presentes en Perú:

Sabine Bloch

Embajadora de Alemania en el Perú

Maree Ringland

Embajadora de Australia en el Perú

Gerhard Zettl

Embajador de Austria en el Perú

Mark Van de Vreken

Embajador de Bélgica en el Perú

Louis Marcotte

Embajador de Canadá en el Perú y Bolivia

Alejandro Alvargonzález San Martín

Embajador de España en el Perú

Lisa Kenna

Embajadora de Estados Unidos en el Perú

Antti Rytövuori

Embajador de Finlandia en el Perú

Marc Giacomini

Embajador de Francia en el Perú

Eleni Lianidou

Embajadora de Grecia en el Perú

Eva Sipos

Encargada de Negocios a.i. de Hungría en el Perú

Giancarlo Maria Curcio

Embajador de Italia en el Perú

Dr. Kazuyuki Katayama

Embajador de Japón en el Perú

Nathalie Lintvelt

Embajadora de los Países Bajos en el Perú

Antonina Magdalena Śniadecka - Kotarska

Embajadora de la República de Polonia en el Perú

Joaquim Moreira de Lemos

Embajador de Portugal en el Perú

Gavin Cook

Embajador del Reino Unido en Perú

Josef Hlobil

Embajador de la República Checa en el Perú

Camelia Ion-Radu

Embajadora de Rumania en el Perú

Narcisa Vladulescu

Encargada de Negocios a.i. de la Unión Europea en el Perú

Posdata: El Embajador de Rusia puede hacernos llegar también su punto de vista y será publicado.