La Paz. EFE
“La dirección nacional del MAS evaluará si corresponde o no la expulsión del hermano Lucho (el presidente), sobre eso no me puedo pronunciar”, dijo el diputado Héctor Arce, identificado dentro del ala del MAS cercana al expresidente Evo Morales.
Arce se refirió al asunto al ser consultado sobre las recientes expulsiones de legisladores anunciadas por el MAS. Según el diputado, en el oficialismo “tiene que haber disciplina” y respeto y se deben “acatar las decisiones políticas que se toman desde el nivel superior”, pues, de lo contrario, el MAS se convertirá en un “taxi partido”.
En una reunión departamental del MAS en Cochabamba, liderada por Evo Morales, se definió expulsar a seis diputados de esa región central que respaldaron la aprobación de una ley sobre el censo de población que permitió resolver un conflicto en el departamento de Santa Cruz.
Morales, que es presidente del partido oficialista, consideró en su momento que la promulgación de esa norma fue un “error histórico” y criticó que parlamentarios oficialistas la aprobasen en coordinación con la oposición. En esa reunión no participaron ni el presidente Arce ni el vicepresidente del país, David Choquehuanca.
Por su parte, la diputada oficialista Deisy Choque, identificada como parte del segmento “renovador”, sostuvo que los masistas “conservadores” están “desesperados” por querer mantener la “hegemonía del poder” y no le extraña que hablen de una posible expulsión de Luis Arce y Choquehuanca.
El presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Jerges Mercado, manifestó que los “dueños” del MAS “no son personas”, sino los sectores sociales y que es necesario que todos trabajen por la “unidad” para que no se profundicen esas “fricciones” en el partido.
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Los problemas internos del MAS se hicieron evidentes en 2022 entre los denominados “renovadores”, sectores leales al presidente Arce, y el ala “evista” o cercana a Morales, que cree que los primeros hablan de una “renovación” para dejar al margen a líderes históricos del partido, como el exmandatario.
Esta crisis se suma a los enfrentamientos tras la detención de Luis Fernando Camacho, el opositor gobernador de Santa Cruz.