Un deslizamiento de tierra sufrió un sector de la ciudad de Baybay, en Filipinas, producto de la tormenta Megi, que azota el país asiático desde hace más de una semana. Debido a la potencia del desastre, un niño tomó una rápida decisión que le hizo salvar su vida.
Según reportes del medio New York Post, el pasado viernes, el infante denominado CJ Jasme estaba con su familia cuando todo a su paso comenzó a inundarse. Ante ello, el niño, de 11 años, pensó en esconderse en la nevera de su hogar. Ahí permaneció 20 horas, hasta la llegada del rescate.
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Tras el arribo de las autoridades y el recojo de cuerpos, producto de la inclemencia del desastre natural, un policía vio el artefacto en la orilla del río y dio aviso a los rescatistas. Ellos trasladaron al pequeño a una zona segura, donde finalmente lo examinaron.
Afortunadamente el menor solo había sufrido una fractura en la pierna, por lo que lo trasladaron hasta un hospital cercano. Con el pasar de las horas se supo que su condición es estable.
Pese a la noticia de su supervivencia, el padre del niño no corrió la misma suerte. El deslizamiento de tierra hizo que falleciera, mientras que la madre y hermano menor del infante aún figuran como desaparecidos.
La tormenta tropical Megi ha dejado 224 fallecidos en su recorrido por Filipinas, desde hace dos semanas. Las autoridades asiáticas también informaron que más de 150 personas aún se encuentran en condición de desaparecidas.