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Confinamiento estricto en Shanghái: incertidumbre, impacto económico y protestas censuradas

La ciudad china vive uno de los peores episodios de confinamiento. El abastecimiento de alimentos se ha dificultado y los positivos a COVID-19 son llevados a centros de aislamiento reeditando medidas que se registraron en el primer trimestre de 2020.

El número total de contagiados activos en la China continental asciende a 30.773. Foto: composición LR/AFP
El número total de contagiados activos en la China continental asciende a 30.773. Foto: composición LR/AFP

Escenas que se vivieron durante el primer trimestre de 2020, cuando iniciaba la pandemia de COVID-19, se han reeditado desde finales de marzo último en Shanghái, la ciudad china que cuenta con más de 25 millones de habitantes.

El Gobierno chino ha ordenado una serie de medidas sanitarias ante el aumento de muertos causado por un brote de COVID-19 que está haciendo mella en la economía nacional. Sin embargo, desde este miércoles, 20 de abril, se ha establecido una prudente relajación.

La agencia de noticias AFP destaca que el malestar ha calado entre muchos habitantes de la capital económica de China, exasperados por las dificultades de obtener comida durante el confinamiento y por el aislamiento forzado de los positivos en centros de cuarentena.

Las medidas del confinamiento, previsto inicialmente para cuatro días, han provocado problemas en las cadenas de suministro y han hecho parar la producción de numerosas empresas.

Ante ello, las autoridades municipales anunciaron el miércoles cierta relajación en el confinamiento domiciliario de los 25 millones de habitantes para que más de 12 millones puedan salir de casa, pero sin moverse de su barrio.

China sigue llevando a cabo su estrategia denominada “Cero covid”, que muestra prudencia ante la ola de contagios, en especial con personas de la tercera edad, los más vulnerables y menos vacunados.

La medida tiene el propósito de ejecutar confinamientos precoces, test masivos y fuertes restricciones fronterizas. Esto ha permitido a China mantener niveles bajos de infección comparado con la mayoría de países, que ahora apuestan por convivir con el virus.

Policías se paran junto a la entrada de un vecindario durante un bloqueo de coronavirus en el distrito de Jing'an (Shanghái). Foto: AFP

Policías se paran junto a la entrada de un vecindario durante un bloqueo de coronavirus en el distrito de Jing'an (Shanghái). Foto: AFP

Atendiendo a la posibilidad del incremento de casos de COVID-19, el sociólogo y docente universitario, Marco Muñoz, dijo a la República que se justifican las medidas vigentes porque el Estado debe garantizar la salud a la población. Sin embargo, considera que lo registrado desde finales de marzo hasta ahora ha sido un exceso.

“Esta situación que, aparentemente, ha sido mucho más extrema y sobre todo en una población que en la mayoría de los casos ha sido vacunada, evidencia efectos desde el punto de vista psicosocial”, señaló a este medio.

Indicó, además, que se ve exacerbado el tema de las emociones como la ira y el miedo afectando la salud mental.

“El miedo se hace presente cuando no se puede contar con el abastecimiento de comida y eso genera una sensación de angustia ante la posibilidad de no contar con los alimentos requeridos para satisfacer ese tipo de necesidades, y por otro lado, se pudiera ocasionar conductas de ansiedad con una emoción básica en el hombre como es la ira”, explicó el sociólogo al referirse a las dificultades que han tenido ciertos habitantes de Shanghái para adquirir productos básicos.

No está claro cuándo los ciudadanos de Shanghaí podrán recorrer las calles de la ciudad sin ninguna restricción. “La batalla contra el virus en Shanghái se encuentra en un momento crítico, así que no debemos permitir que nadie se rinda. Cualquier relajación en las tareas antipandémicas es inaceptable”, afirmó la viceprimera ministra Sun Chunlan.

Para China, con la contagiosa variante ómicron en juego, el principal objetivo es la “limpieza social dinámica”, un término que ha acuñado y que resume la estrategia actual: cortar las cadenas de transmisión entre la población, aislar en centros de cuarentena a los contagiados y limitar a esos recintos la propagación del virus.

El cumplir un estricto confinamiento o ser trasladado a un centro de aislamiento, luego de que se obtenga un resultado positivo al virus, tiene a numerosos ciudadanos frustrados y preocupados.

Desde marzo, Shanghái ha registrado más de 400.000 infecciones y 17 fallecidos. No obstante, las cifras ofrecidas por las autoridades chinas son puestas en duda, especialmente teniendo en cuenta la baja tasa de vacunación de la población anciana en China.

El número total de contagiados activos en la China continental asciende a 30.773, de los cuales 116 están graves.

Impacto económico tras ola de contagios de Shanghái

Lo que sucede en Shanghái puede generar un impacto a escala internacional. El puerto de la ciudad representa el 17% del tonelaje marítimo chino. Cualquier perturbación va a desacelerar el comercio del mayor exportador de mercancías del mundo.

Dos residentes dan ajos y cebollas verdes en un complejo durante el confinamiento por COVID-19, en el distrito de Pudong (Shanghái). Foto: AFP

Dos residentes dan ajos y cebollas verdes en un complejo durante el confinamiento por COVID-19, en el distrito de Pudong (Shanghái). Foto: AFP

Algunos empresarios han afirmado a AFP que los confinamientos que se suceden de un lugar a otro del país afectan gravemente sus actividades.

“No todas las profesiones pueden trabajar a domicilio”, señaló Jason Lee, fundador de una empresa de sillas de ruedas bautizada como Megalicht Tech, cuya fábrica en Shanghái está cerrada.

La pandemia podría afectar los objetivos de crecimiento del Gobierno chino, que esperaba una expansión de 5,5% este 2022, la cifra más baja en 30 años.

Censura en medio de la incertidumbre por rebrote

Las cifras que ofrece el Gobierno chino son puestas en duda y la aplicación de las medidas restrictivas documentadas por algunos ciudadanos en plataformas como WeChat y Weibo son eliminadas por considerar que “violan las regulaciones”.

Un artículo que se hizo viral en WeChat bajo el título “La paciencia de la gente de Shanghái ha llegado a su límite”, en el que se narraba el enorme coste humano de las políticas de confinamiento, fue eliminado.

Además, diversos videos sin verificar que muestran la factura mental del confinamiento también han sido borrados. Un ejemplo de ello fue el que citó la agencia de noticias EFE y tuvo que ver con una persona que amenazó con lanzarse por la ventana de uno centros de confinamiento destinados para individuos que han dado positivo al virus.

Con información de EFE y AFP.

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