El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó este domingo un cierre total en las prisiones del país, en respuesta a una ola de asesinatos iniciada el último viernes y que forzó la instalación de un régimen de excepción que restringe ciertas garantías constitucionales por 30 días.
“Director Osiris Luna, decrete nuevamente emergencia máxima en todos los penales de seguridad y máxima seguridad, todas las celdas cerradas 24/7, nadie sale ni al patio. Mensaje para las pandillas: Por sus acciones, ahora sus ‘homeboys’ no podrán ver ni un rayo de sol”, tuiteó Bukele.
Luna, viceministro de Seguridad y titular de la Dirección General de Centros Penales, también recurrió a las redes sociales para acatar el mandato presidencial.
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El mandatario dio la orden horas después de sancionar el régimen de excepción aprobado a solicitud suya por la Asamblea Legislativa (Parlamento) en sesión plenaria extraordinaria, poco antes de la medianoche del sábado.
Esta administración estableció un cierre similar a mediados de 2019, tras la llegada de Bukele al Ejecutivo, como parte de una intervención de las prisiones, desde las cuales muchos cabecillas criminales enviaban órdenes de asesinato al exterior.
Fuentes forenses reportaron el sábado un récord de 62 homicidios, la cifra más alta en El Salvador desde que se lleva el registro diario de asesinatos, con lo que se rompe el dato máximo de 52 muertos vigente desde agosto de 2015.
Respecto al estado de excepción, Bukele explicó que las medidas serán implementadas por las instituciones pertinentes y anunciadas solo cuando sea necesario, y agregó que para la inmensa mayoría de personas, la vida continúa normal.
Avalado por el artículo 29 de la Constitución, el régimen de excepción suspende por 30 días la libre asociación, el derecho de defensa, el plazo de 72 horas de detención administrativa y la inviolabilidad de la correspondencia y las telecomunicaciones.
La Policía Nacional Civil, la Fiscalía General de la República y la Fuerza Armada de El Salvador permanecen movilizadas y realizan patrullajes e incursiones en colonias con alta presencia de estructuras criminales.