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Murió esperando una ambulancia durante horas y termina protegido por sus perros

Un anciano esperó más de seis horas una ambulancia en Brasil. “Estaba inclinado y gritando de dolor (...) cuando llamamos. Antes de morir, el asistente todavía decía que nadie fallece de dolor”, contó una vecina.

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En Peruíbe, hubo vecinas muy indignadas por lo sucedido, pero conmovidas por el gesto de los perros. Foto: G1

Un anciano murió en el municipio de Peruíbe, estado de Sao Paulo (Brasil), tras esperar más de seis horas a un equipo del Servicio de Atención Móvil de Urgencia (Samu). Sin embargo, lo que más llamó la atención en la nación amazónica fue el gesto de sus mascotas: sus perros protegieron el cuerpo sin permitir que nadie se acercara.

El caso ocurrió en un bar situado en la carretera Armando Cunha, el viernes 29 de octubre, cuando una residente que se encontraba en el lugar informó que el adulto mayor falleció gritando de dolor y tirado en el suelo de un bar, reportó el medio local G1.

Andrea Nunes Gonçalves (50 años) pasaba por delante del local y cuando escuchó los gritos de Damião de Almeida (68 años) se detuvo para ayudar.

El dueño del bar y otro hombre que estaba en el establecimiento también informaron que De Almeida se quejaba de mucho dolor en la espalda, por lo cual llamaron a emergencias. No obstante, cuando llegó la ambulancia el hombre ya había perdido la vida.

Testigos calificaron el hecho de indignante. “Un desprecio total. Incluso más tarde llegó la Policía y preguntó por qué no ayudamos, pero yo no conduzco, no pudimos llevarlo, tenía que haber venido la ambulancia. Solo llegó después de su muerte”, dijo Gonçalves.

“Estaba inclinado y gritando de dolor, murió allí en el piso de un bar, solo, sin ayuda. Y cuando llamamos, antes de morir, el asistente todavía decía que nadie fallece de dolor”, añadió.

La primera llamada fue a la 9.30 a. m. y el anciano murió poco antes de las 4.00 p. m. Samu arribó al lugar y trató de reanimarlo, pero ya era demasiado tarde. Al llegar la Policía, encontraron el cadáver tirado en el suelo de la barra, cubierto por una manta, rodeado de sus canes.

“Le estaban protegiendo, no dejaban que se acercaran a Damião”, relató Gonçalves sobre el accionar de los perros. “Es absurdo que nadie lo ayudara. Quizá estaría vivo si no hubiera tenido que esperar más de seis horas a una ambulancia”, concluyó.

El hijo de Damião de Almeida se llevó a los animales.