El último sábado 19 de junio, la icónica Avenida Paulista de la ciudad de Sao Paulo, en Brasil, fue escenario de un peculiar acto de protesta por los más de 500.000 fallecidos por coronavirus que registró el gigante sudamericano.
Como parte de la presentación artística, un camión cisterna transitó por la avenida más importante de la ciudad brasileña y derramó a su paso litros de agua roja, como si se tratara de sangre, en representación de todas las muertes por el virus.
En el vehículo se podía observar un mensaje claro: “Medio millón de muertos”. La propuesta fue idea del colectivo de artistas brasileños Aparelhamento, que compartió varias grabaciones en su perfil de Instagram.
Por segundo día consecutivo miles de ciudadanos salieron a las calles de diferentes ciudades de la nación el sábado para protestar por la gestión del Gobierno de Jair Bolsonaro ante la emergencia sanitaria.
Con 1.025 perdidas en las últimas 24 horas, Brasil suma 501.825 muertos desde el comienzo de la pandemia.
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lamentó la trágica marca de 500.000 muertes por coronavirus alcanzada en el país, la cual calificó de “genocidio”.
“Son 500.000 muertos por una enfermedad que ya tiene vacuna en un país que ya fue referencia mundial en vacunación. Eso tiene un nombre y es genocidio”, expresó Lula en su cuenta de Twitter.
El titular del Partido de los Trabajadores (PT) mostró su solidaridad al pueblo brasileño en medio del silencio de Bolsonaro, quien hasta el momento no hizo ninguna mención sobre el medio millón de decesos por COVID-19.