Francia ha declarado emergencia y la suspensión “hasta nuevo aviso” de todos sus vuelos con Brasil, debido a las inquietudes generadas por la variante brasileña de coronavirus.
“La situación en Brasil es absolutamente dramática y la peligrosidad de la variante en cuestión nos plantea dificultades reales. Constatamos que la situación se agrava y hemos decidido, por lo tanto, suspender hasta nuevo aviso todos los vuelos entre Brasil y Francia”, anunció este martes 13 de abril el primer ministro, Jean Castex.
Hasta ahora, los viajeros procedentes de Brasil —como de otros países— debían presentar un test PCR negativo para poder entrar a Francia y debían comprometerse a aislarse durante siete días.
Esta medida fue tomada en vista de la situación sanitaria en Brasil, que no cesa de agravarse desde febrero, debido a la aparición de una nueva variante del virus, conocida como P.1, considerada hasta tres veces más transmisible que sus antecesoras.
“No podemos tomar a la ligera a la variante brasileña”, ha descrito el jefe de los servicios de enfermedades e infecciones de un hospital de París Gilles Pialoux.
Los científicos hablan de un fenómeno de “escape inmunológico”. “Las vacunas funcionan muy bien con la mutación inglesa, pero vemos una pérdida de protección con las variantes brasileña y sudafricana”, explicó al diario Le Parisien el virólogo Bruno Lina.
Brasil sigue encontrando problemas para acelerar el proceso de vacunación contra la COVID-19, mientras el país se mantiene en niveles récord de víctimas por la pandemia y aumenta el temor internacional por la expansión de la variante brasileña del virus.
Francia se ha unido así a la larga lista de países que se ha blindado ante Brasil debido al agravamiento de la pandemia en el país, que actualmente es el lugar del planeta donde más se muere por COVID-19, con una tendencia al alza.
El descontrol de la pandemia en Brasil ha llevado a los científicos a advertir sobre la posibilidad de que el país se convierta en un granero mundial de nuevas variantes, debido a las continuas mutaciones del virus.
Con 13,5 millones de casos de coronavirus y cerca de 355.000 muertes, Brasil tiene un promedio de 3.124 fallecidos diarios durante la última semana, nuevo récord desde la irrupción del SARS-CoV-2, y una media de 72.000 contagios.
La explosión de infecciones, que diversos científicos atribuyen a la expansión de la P.1 en Brasil, entre otros aspectos, ha puesto contra las cuerdas al sistema sanitario del país, el cual se encuentra en colapso o al borde de él en diferentes regiones.
Al agravamiento de la pandemia se une el lento proceso de vacunación, en medio de quejas de las autoridades locales por el retraso en la entrega de dosis disponibles.
Con información de EFE y AFP.