Este viernes 12 de febrero, en una reunión especial, el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó el golpe de Estado en Birmania y solicitó la liberación de los detenidos durante este.
Thomas Andrews, relator de la ONU para los Derechos Humanos en Birmania, indicó que “el golpe es ilegal en todos los sentidos, y la comunidad internacional debe evitar reconocer a un régimen ilegítimo”.
Asimismo, el relator instó a los militares a dejar el poder y “permitir reformas que acaben con la impunidad de sus líderes, primando el control civil sobre los militares”.
En tanto, la comisionada adjunta de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al Nashif, aseveró que la actual crisis política “es hija de la impunidad, después de años de ausencia de control civil sobre los militares y de desproporcionada influencia de éstos en las estructuras políticas y económicas”.
“El Tatmadaw (ejercito birmano) es el mayor obstáculo para el desarrollo de Birmania como una nación moderna y democrática, y su comandante en jefe, Min Aung Hlaing, junto a otros líderes, deben ser reemplazados”, agregó.
Nashif aseguró que de los 350 detenidos que ha registrado la ONU, entre políticos y activistas tras el golpe, “a muchos no se les ha permitido un representante legal, ser visitados por familiares, y algunos siguen desaparecidos”.
De igual manera, la comisionada señaló que las sanciones deben ser dirigidas únicamente a los altos mandos militares que tomaron el Gobierno.
“Es muy importante que no se cause ningún perjuicio a las personas más vulnerables del país y que la lucha contra la pandemia pueda seguir adelante, así como la ayuda humanitaria en las zonas de conflicto”, comentó.
No obstante, tras las declaraciones de los funcionarios, Myint Thu, representante de Birmania ante las Naciones Unidas en Ginebra, indicó que las medidas ejecutadas en la nación son producto de supuestas irregularidades durante los comicios del 8 de noviembre de 2020.
“Estamos afrontando desafíos extremadamente complicados y una transición difícil que no queremos retrasar, pero esperamos recibir más comprensión y colaboración de la comunidad internacional”, añadió.