La noticia acerca de que Donald Trump se contagió de coronavirus ha sido un coletazo mundial. Por lo pronto, el presidente de los Estados Unidos ya arrancó su batalla contra la COVID-19 con un tratamiento experimental que se basa en anticuerpos monoclonales.
El pasado viernes 2 de octubre, a Donald Trump se le aplicó una dosis de ocho gramos de la mencionada medicación luego de que se le internara por precaución en un hospital militar. La administración de la inyección forma parte de un procedimiento elaborado por la empresa biotecnológica Regeneron. Según Sean P. Conley, médico del presidente estadounidense, el suministro de la dosis fue dado “sin generar ningún incidente preocupante”, cuenta BBC.
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Regeneron es una de las empresas pioneras en probar los anticuerpos monoclonales, actualmente los tratamientos más prometedores para luchar contra el coronavirus. Según los expertos, asegura el medio mencionado, cuentan con la capacidad para usarse como un medicamento profiláctico de acción rápida en personas que han sido expuestas a la COVID-19.
“Es un puente hacia la vacuna”, dijo en una entrevista para un medio estadounidense Anthony Fauci, acaso el especialista en enfermedades virales más reconocido del país norteamericano y jefe del equipo médico de la Casa Blanca.
A propósito del mencionado tratamiento al que ha sido expuesto Donald Trump, también se le ha aplicado una dosis del fármaco antiviral remdesivir, que anteriormente se ha utilizado para hacerle frente a la hepatitis C y al ébola. Hasta la fecha, se conoce con certeza que el gobernante se siente fatigado, pero está animado.
Los anticuerpos aplicados al presidente de Estados Unidos ayudan a menguar los efectos del virus y apunta a acelerar su recuperación. Si bien todavía no hay tratamientos aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el protocolo de sanidad brindado al mandatario es uno de los candidatos más sonados contra el coronavirus. Así lo han señalado los médicos estadounidenses a la BCC.
De acuerdo a Regeneron, los resultados iniciales sugieren que se puede disminuir el nivel de efectos del virus en el cuerpo humano y, probablemente, reducir el tiempo de estadía en el centro de salud, siempre y cuando el antibiótico se aplique cuando comienza la infección.