Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha intervenido en la guerra declarada de Azerbaiyán y Armenia, tras nuevos combates entre las fuerzas azerbaiyanas y la región separatista de Nagorno Karabaj, que es respaldada por Ereván. Este conflicto ha dejado, hasta el momento, al menos 23 muertos y un centenar de heridos.
Según informó el Kremlin este domingo 27 de septiembre, el mandatario ruso mantuvo un diálogo por vía telefónica con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián. La conversación con Putin tuvo lugar por iniciativa de la parte armenia, detalla un comunicado oficial.
“La parte rusa expresó su gran preocupación por la reanudación de enfrentamientos armados a gran escala. Se señaló que ahora es importante realizar todos los esfuerzos necesarios para evitar una mayor escalada del enfrentamiento y, lo más importante, es necesario detener las acciones militares”, dice la misiva del Kremlin.
En la víspera, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, sostuvo una llamada con su homólogo armenio, Zohrab Mnatsakanián, durante la cual “expresó su seria inquietud por las hostilidades a gran escala en curso” y llamó al alto el fuego entre los dos países.
Además, Lavrov anunció la disposición de Rusia a emprender “esfuerzos de mediación” para estabilizar la situación en Nagorno Karabaj. En las próximas horas Lavrov y el ministro de Exteriores de Azerbaiyán, Ceyhún Bayrámov, también platicarán por teléfono.
Los enfrentamientos alrededor de Nagorno Karabaj, región secesionista de Azerbaiyán de mayoría armenia que cuenta con el apoyo de Ereván, alimentan las tensiones regionales desde hace tres décadas.
Al menos 16 militares separatistas armenios murieron y más de un centenar resultó herido en estos combates, según las autoridades de Nagorno Karabaj.
Los beligerantes, que se culpan mutuamente de iniciar las hostilidades, dieron cuenta igualmente de pérdidas civiles. Ereván anunció la muerte de una mujer y un niño y Bakú señaló la muerte de una familia azerí de cinco miembros.
Las dos antiguas repúblicas soviéticas están en conflicto desde hace décadas por la región secesionista de Nagorno Karabaj, donde a principios de los años 1990 una guerra causó 30.000 muertos. Desde entonces Bakú quiere recuperar el control. Las negociaciones de paz están en punto muerto desde hace años.
Separatistas y azerbaiyanos se enfrentan de forma recurrente, pero también lo hacen directamente Armenia y Azerbaiyán. Estos dos países ya se enfrentaron en su frontera norte el últimos mes de julio en los combates más graves desde 2016 y que hicieron temer la desestabilización de la región.