El golpe de la pandemia de la COVID-19 en Chile podría desestabilizar a uno de los sectores más anchos y, últimamente, más descontentos: la clase media. Los miembros de este grupo podrían convertirse en los nuevos pobres del país sureño no solo por los daños colaterales de la crisis sanitaria, sino también porque cargaban previamente con exorbitantes deudas para poder alcanzar una cobertura aceptable tanto en educación como en salud.
En octubre de 2019 el corazón de Santiago se había llenado de miles de manifestantes que exigían cambios drásticos para ponerle punto final a la desigualdad en Chile. El objeto de esta protesta masiva fue un presagio respecto a cómo afectaría una crisis a la clase media. Así, a finales del primer trimestre del 2020, llegó la pandemia como una estocada que provocó progresivamente una caída en la economía familiar de este grupo.
El endeudamiento, la falta de ayuda estatal y el deliberado acceso a los créditos fueron los pilares, estos últimos meses, para que el crecimiento económico en Chile que duró cerca de tres décadas se desplome en un intervalo de tres meses.
En una conversación con la AFP, Dante Contreras, subdirector del Centro de estudios de conflicto y cohesión social (Coes) y profesor de la Universidad de Chile, indicó que “el 10 % más rico es el único sector que está relativamente blindado en Chile”. Además, calcula que la pobreza crecería “de 9 % a 15 %”.
El Ingreso Familiar de Emergencia, uno de los bonos habilitados en el país sureño para la crisis, fue creado pensando en los hogares que tienen un ingreso de hasta 400.000 pesos chilenos (490 dólares). Esta cantidad representa al 34 %, dejando relegados a toda la clase media que equivale a la mitad de la población chilena de 18 millones de habitantes.
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“Lo que uno observa en Chile es una alta fluctuación del ingreso de las familias. Familias que dejan la condición de pobreza y familias que vuelven a la condición de pobreza. Y esa es una foto de la alta fragilidad que hace muy difícil para ellas tomar decisiones de largo plazo”, indica Contreras.
Un estudio de la Universidad de Chile precisó que el mayor impacto de la pandemia se está produciendo en los trabajadores independientes, quienes reportan una reducción de hasta un 60 % de sus salarios.
Contreras vaticina un caída considerable en el nivel de bienestar en Chile. “La caída en los niveles de bienestar de la clase media va ser significativo. Aunque no caigan en la pobreza, el cambio va a ser drástico: cambiarse del sistema privado de salud al público, a los niños de colegio o liquidar activos”, aseguró a la AFP.