El coronavirus ha causado el deceso de miles de personas en todo el mundo. Cada país está recibiendo el golpe de esta enfermedad en diversas magnitudes; sin embargo, uno de los países que más preocupaciones despertó en este sentido fue Irán.
Esta ha sido uno de las primeras naciones del Medio Oriente en presentar casos. No obstante, ante la gran cantidad de fallecidos -4.600 personas hasta el 14 de abril, según el Gobierno iraní– se han comenzado a publicar videos donde se visualiza a las morgues atiborradas de cadáveres.
PUEDES VER: “¡Cómo le doy de comer a mi familia!”: la ira de un español por los impuestos en cuarentena
Uno de los videos daría a conocer la función de las denominadas “coronadamas”, mujeres que trabajan como voluntarias en la ciudad iraní de Qom. Ellas son las encargadas de cumplir con la antigua tradición islámica de bañar a los muertos antes de ser enterrados, según informó BBC.
Según la ley islámica, los fallecidos deben ser enterrados poco después de su fallecimiento, pero antes deben ser aseados con agua tres veces.
De acuerdo a la ley islámica, los difuntos deben ser enterrados poco después de su fallecimiento. Antes de eso, es un requisito legal que el cadáver se limpie con agua tres veces.
Para la primera limpieza, el agua contiene extracto de cedro, para la segunda, alcanfor, y finalmente se lava el cuerpo con agua corriente. Después es cubierto por sudario blanco y así queda listo para las oraciones y el entierro.
Las “coronadamas”. Mujeres que trabajan como voluntarias en la ciudad iraní de Qom.
Las recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre el tratamiento de los cadáveres infectados con la COVID-19 son lejanamente opuestos a las prácticas islámicas.
PUEDES VER: Chile: farmacólogo recomienda no fumar marihuana en medio de la pandemia del coronavirus
A principios de marzo, el líder supremo declaró que los restos de las víctimas del coronavirus debían ser tratados exactamente como los de cualquier otra persona: lavados, envuelto en sudarios y con una oración antes del entierro. Agregó, que quienes atendieran a los muertos debían prestar atención a las pautas de salud y seguridad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja tener gran precaución en el tratamiento de cuerpos de los fallecidos por la pandemia, pese a que el cadáver no podría contagiar el COVID-19.
En línea con ello, la OMS recomienda que quienes estén en contacto con los muertos usen equipo de protección personal completo, incluidos guantes y máscaras.