En el este de la Antártida, bajo el glaciar Denman, un grupo de científicos han encontrado el punto terrestre ubicado a una profundidad jamás registrada. Se encuentra a 3,5 km bajo el nivel del mar y se convierte así en el lugar más profundo de la Tierra no cubierto por agua.
Se trata del fondo de un cañón helado de 20 km de ancho cuya máxima profundidad supera ampliamente al terreno expuesto más bajo de la Tierra, ubicado en la costa del mar Muerto y a solo 413 metros bajo el nivel del mar.
El mapa realizado muestra detalles sin precedentes de la Antártida. Foto: Bedmachine.
Este descubrimiento se hizo gracias al nuevo mapa de la Antártida denominado BedMachine Antarctic (“la máquina del fondo antártico”), que muestra con gran nitidez la roca debajo de la capa de hielo. Asimismo, se publicó en la revista Nature el último jueves.
“Este es sin duda el retrato más preciso hasta ahora de lo que se encuentra debajo de la capa de hielo de la Antártida”, indicó Mathieu Morlighem, profesor del Departamento de Ciencias de Sistemas Terrestres de la Universidad de California Irvine.
En las décadas anteriores, los radares que monitoreaban el “continente blanco” no lograban obtener información de estas misteriosas áreas.
“Ha habido muchos intentos de sondear el lecho Denman, pero cada vez que sobrevolaban el cañón, no lograban verlo en los datos del radar”, explicó Morlighem.
El nuevo mapa revela los lugares más profundos (azul más oscuro) que están ocultos en el continente, así como la masa de tierra que quedaría si se descongelara por completo. Imagen: Bedmachine.
Por ello, el investigador recurrió a los principios de la física: con la información del hielo que entra en el valle y qué tan rápido se mueve, calculó el volumen de la masa helada para tener una idea de la profundidad y la aspereza del fondo.
De esta manera, calculó que en el glaciar Denman el hielo llega hasta más de 3500 metros debajo del nivel del mar.
“Las fosas en los océanos son más profundas, pero este es el cañón más profundo en tierra firme”, dijo el investigador.
Los únicos lugares que se hallan a profundidades similares se encuentran en los océanos. De hecho, el punto más profundo de la Tierra está en la Fosa de las Marianas, en el Pacífico occidental, a 11 km por debajo del nivel del mar.
El glaciar Denman figura en color azul oscuro por su increíble profundidad. Imagen: Bedmachine.
Morlighem estuvo trabajando en este proyecto durante 6 años, hasta que finalmente reveló las características de este valle que serán de suma importancia para comprender cómo el polo sur podrían cambiar en el futuro por el calentamiento global.
El mapa también revela que a lo largo de las montañas Transantárticas se encuentran glaciares que atraviesan la meseta oriental del continente. Estos poseen crestas de hielo debajo.
Se estima que las crestas funcionan como estabilizadores que protegen el hielo que se extiende por las montañas. Esto quiere decir que, ante un incremento significativo del calentamiento global, estas formaciones no permitirán que los glaciares de la capa oriental retrocedan.
Los radares no podían detectar varias de las áreas más profundas del continente. Imagen referencial.
Sin embargo, la situación en el glaciar Thwaites, del tamaño de Reino Unido, es muy diferente: está inclinado en dirección a la superficie y solo se observan dos crestas que podrían servir como posibles frenos para su retroceso.
Este nuevo mapa se usará para proyectar cómo podría evolucionar la Antártida ante el aumento de las temperaturas en la Tierra.
Una investigación conjunta de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) determina que el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia sigue acelerándose al punto de derretirse siete veces más rápido que en la década de 1990, a pesar de los supuestos esfuerzos de las potencias por detener el calentamiento global.
Además, han identificado el gran impacto de este fenómeno en el aumento del nivel del mar.
Según el estudio, publicado el último martes en Nature, entre 1992 y 2018, ya ha perdido 3,8 billones de toneladas de hielo. La investigación combinó 26 conjuntos de datos satelitales y logró pronosticar que el nivel del mar tendrá un aumento global aproximado de 7 a 13 centímetros para el 2100.
Este es el peor de los escenarios que se habían proyectado sobre deshielo de la isla, y las consecuencias se empezarían a ver en los próximos años.
El cambio climático viene provocando el deshielo en determinadas zonas como el Ártico, lo mismo que ha generado la pérdida de hábitat afectando principalmente a la fauna nativa.
Sin embargo, existe una consecuencia secundaria invisible del aumento en la temperatura de la Tierra y del ascenso en el nivel de las mareas que está aniquilando a especies marinas.
Asimismo, el deshielo del Ártico generó nuevas formas para que los animales subárticos y árticos interactúen, precisamente esa relación ha desencadenado un virus potencialmente mortal para los mamíferos del océano Pacífico norte, conforme un reporte recientemente publicado en la revista Scientific Reports.