Cuatrocientos actores, músicos, modelos, deportistas y estrellas de las redes sociales, con atuendos cada uno más extravagante que el anterior, acudieron a la gala del Museo Metropolitano de Arte (Met) de Nueva York, tras dos años y medio de ausencia por la pandemia.
Casi nadie llevaba máscara, pero para pavonearse por la alfombra de color crema en uno de los eventos más populares del mundo había que estar vacunado o haber dado negativo por la COVID-19.
Sharon Stone, Justin Bieber, Kim Kardashian, Meghan Fox, Venus Williams, Gigi Hadid, Diane Kruger, Erykah Badu, Jennifer López, Rihanna, Kendall Jenner, Emily Blunt, Kristen Stewart, Kid Cudi, Frank Ocean e Isabelle Huppert eran algunos de ellos: el lunes por la noche, en el corazón de Manhattan, el Met no había visto tantas estrellas mundiales desde mayo del 2019.
“¡Es surreal!”, exclamó la rapera estadounidense Megan Thee Stallion, que encontró “un poco extraño” reunirse con tanta gente en la velada más selecta de la ciudad –o del mundo– que apenas se recupera de la pandemia.
Con un increíble vestido amarillo de Valentino, la cantante y bailarina estadounidense Normani, muy emocionada frente al bosque de micrófonos y cámaras, dijo que se sentía como una “princesa, una reina negra”.
La gala del Met es un acto benéfico anual para el Costume Institute, una rama del museo consagrada a la moda, que tiene su propio presupuesto y es financieramente independiente del propio Met.
Creada en 1948, la gala fue durante mucho tiempo un acontecimiento reservado a la alta y adinerada sociedad neoyorquina, principal fuente de patrocinio del Met.
Se fue abriendo poco a poco a partir de los años 1970, antes de transformarse tras la llegada de la gran sacerdotisa de la moda y editora jefe de Vogue, Anna Wintour, en 1995.
Ella impulsó la gala a la galaxia de los eventos “populares”, adaptados a la era de las redes sociales y la democratización de la moda, hasta el punto que a veces se la compara con la ceremonia de los Óscar de Los Ángeles.
Pero la edición del 2020 se canceló cuando Nueva York se vio asfixiada por la epidemia de coronavirus.
Y la de este año, que suele celebrarse el primer lunes de mayo, fue postergada a este lunes por la noche, antes de la edición del 2022, prevista para principios de mayo. Tiene cerca de 1.200 invitados, como antes de la pandemia.
La presidencia honoraria es compartida por Anna Wintour, el diseñador de moda Tom Ford y el jefe de Instagram, Adam Mosseri; mientras la cantante Billie Eilish, el actor Timothée Chalamet, la poeta Amanda Gorman y la tenista Naomi Osaka copresiden la gala de este año en particular, que está dedicada a los jóvenes, la “generación Z”.