Agraria al límite: Sunedu detecta riesgos severos mientras el presupuesto 2026 cae y protestas crecen
El regulador ordena medidas urgentes por condiciones insatisfactorias, como falta de agua y laboratorios en mal estado, lo que amenaza la continuidad académica de la institución.
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La Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), una de las instituciones públicas más prestigiosas del país, enfrenta su momento más delicado en años. El nuevo informe de Sunedu revela fallas graves en infraestructura, laboratorios y servicios básicos que comprometen la seguridad y la continuidad académica de más de 10.000 estudiantes. El regulador ordenó medidas provisionales estrictas y advirtió que el incumplimiento podría influir directamente en la condición de licencia institucional.
El documento al que accedió La República muestra un patrón de deterioro acumulado durante más de una década y confirma que muchas alertas fueron conocidas por la propia universidad sin ser corregidas. La crisis se agrava en medio de un recorte presupuestal para el 2026 que, según rectores y gremios, pone en riesgo a todo el sistema universitario público.
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Hallazgos de Sunedu y riesgos para los estudiantes
De acuerdo con Sunedu, la UNALM no garantiza condiciones básicas como abastecimiento continuo de agua, seguridad en laboratorios, mantenimiento estructural ni operatividad del sistema contra incendios. Durante la supervisión se hallaron servicios higiénicos cerrados por falta de agua, ambientes donde los estudiantes deben “echar balde” para usar los inodoros, tuberías antiguas sin renovación integral y SS.HH. que cierran desde las 6 p.m.
En los laboratorios, el panorama es similar: protocolos genéricos, botiquines con insumos vencidos, rutas de evacuación bloqueadas, equipos parchados o inoperativos y residuos químicos almacenados en recipientes improvisados. Solo 55% de los equipos tiene mantenimiento actualizado; el resto está desactualizado o funciona parcialmente “a la espera de presupuesto”.
Sobre la infraestructura, el regulador describe techos con filtraciones de larga data, ambientes afectados desde el sismo de 2007, daños tras el incendio de 1992 que nunca fueron atendidos de forma integral y columnas antiguas que no cumplen estándares técnicos. A ello se suma un sistema contra incendios inoperativo: cisterna inutilizada, tuberías oxidadas y señalización deficiente.
Por estas razones, Sunedu ordenó reubicación de laboratorios de riesgo, abastecimiento permanente de agua, reparaciones urgentes y un informe estructural completo, con plazos de 30, 60 y 120 días. El regulador señaló que “esperar al final del proceso hubiera significado mantener expuesta a la comunidad universitaria”.
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UNALM alega falta de presupuesto y plazos imposibles
En un comunicado reciente, la Agraria sostuvo que cumplir las exigencias es “inviable” sin recursos adicionales. La universidad alertó que el proyecto de presupuesto 2026 plantea un recorte del 10%, pese a que Sunedu demanda mejoras urgentes en infraestructura y equipamiento. Según el proyecto del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la universidad recibiría poco más de S/ 171 millones, en comparación a los S/ 206 del año pasado.
El Consejo Universitario cuestionó que se exijan estándares cada vez más altos mientras se reducen los fondos. La universidad recordó que su presupuesto ya es limitado: los recursos directamente recaudados (RDR) apenas alcanzan S/ 7 millones, muy lejos de lo que requieren laboratorios especializados, redes de agua y mantenimiento permanente. Además, el estudiantado señala falta de transparencia en el manejo del Fondo de Desarrollo Agrario (FDA), una cuenta cuyos detalles no son públicos.
Si bien la institución se refirió al problema presupuestal, no reconoció las fallas que vienen presentándose hace años y que continúan poniendo en peligro a los alumnos. La República intentó contactarse con el rector Américo Guevara, quien ha enfrentado cuestionamientos por su gestión, pero no logró obtener su versión de los hechos al cierre de este informe.
Reclamos de años sin respuesta
La Federación de Estudiantes de la UNALM (FEUA) afirma que la mayoría de problemas revelados por Sunedu coincide con denuncias reiteradas desde hace años. “Laboratorios, seguridad, infraestructura y agua han sido demandas abandonadas”, señalan.
En abril, los alumnos tomaron el campus para exigir soluciones y denunciar falta de seguridad, laboratorios “a punto de caerse”, acceso restringido a información presupuestal, fallas en el comedor y carencias en bienestar estudiantil. La protesta paralizó clases y derivó en una mesa de diálogo, pero varias demandas siguen sin resolverse.
Según FEUA, el proyecto de presupuesto 2026 vuelve a recortar fondos específicamente en dos áreas: infraestructura y equipamiento, y servicios básicos para estudiantes. Esas mismas áreas coinciden exactamente con las observaciones más severas de Sunedu. Voceros estudiantiles señalan que esto genera una contradicción: mientras la universidad debe corregir fallas estructurales y modernizar equipos, el Estado disminuye el financiamiento para hacerlo posible.
Actualmente, alrededor de 70 docentes de UNALM participan en la huelga nacional convocada por Fendup. Su dirigente, Óscar Sudario, advirtió que las universidades no cuentan con equipos modernos ni tecnología acorde con estándares internacionales, y que los sucesivos recortes afectan gravemente la actividad cotidiana.
Sunedu no ha iniciado un procedimiento de cancelación, pero recuerda que la universidad “no estaría manteniendo las condiciones bajo las cuales se le otorgó la licencia”. Si la Agraria incumple los plazos o no corrige los riesgos, podrían tomarse decisiones más severas.
Por ahora, la prioridad del regulador es que no se afecte la continuidad educativa. Pero en el campus crece la preocupación: sin presupuesto suficiente, sin redes de agua renovadas y con laboratorios parcialmente inoperativos, la UNALM enfrenta el mayor desafío a su sostenimiento en décadas.
Un problema nacional: menos presupuesto y más universidades
La situación de la Agraria ocurre mientras el Ejecutivo plantea una reducción de S/ 288 millones para el sistema universitario público en 2026, pese a que se sumarán 10 nuevas universidades estatales. Rectores agrupados en la Asociación de Universidades del Perú (ASUP) y la Asociación de Universidades Nacionales del Perú (AUNAP) advierten que esta decisión “asfixia silenciosamente” a las instituciones, profundiza brechas y podría empujar a más protestas, huelgas y tomas de campus.
Además, señalan que el Estado no financia servicios esenciales como admisión, titulación, tutoría, idiomas, movilidad, educación virtual ni seguridad. “Todo debe ser cubierto con recursos propios ya sobreexigidos”, subrayan las asociaciones.
Lista de presupuestos para universidades para el 2026
Según el documento del proyecto presupuestal del MEF, estos serían los fondos asignados para algunas universidades públicas:

La Agraria enfrenta una importante reducción en su presupuesto 2026. Foto: La República con datos del MEF.
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