Empresa de chofer asesinado en SJM pagaba por extorsiones, aseguran compañeros: “¿Dónde está el dinero?”
Conductores denuncian que la empresa les cobra S/12 diarios para pagar extorsiones, pero no reciben garantías para salir a trabajar.
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Más de 160 conductores de la empresa de transporte público Nueva América paralizaron indefinidamente sus labores luego del asesinato de Alfredo Ramón Ramos, de 55 años, ocurrido la mañana del lunes 8 de setiembre en San Juan de Miraflores. El trabajador fue atacado a balazos por sicarios que se hicieron pasar por pasajeros, mientras la unidad iniciaba ruta con usuarios a bordo.
El crimen desató miedo e indignación entre vecinos y pasajeros, pues se suma a una serie de atentados recientes contra conductores de esta línea. Apenas cuatro días antes, otro chofer fue víctima de un ataque similar; aunque salió ileso, un pasajero resultó herido de bala.
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“Pagamos todos los días, pero igual nos matan”
Desde el terminal de Carabayllo, decenas de choferes alzaron su voz en protesta. Denuncian que, a pesar de que la empresa les obliga a entregar S/12 diarios supuestamente para cubrir pagos de extorsión, no cuentan con ningún tipo de seguridad para desempeñar su trabajo.
“Nosotros pagamos lo que la empresa nos dice y cumplimos. Aun así, nos siguen matando. (…) Esto es una ruleta rusa y a cualquiera le puede tocar”, expresó un conductor indignado a La República.
Otro trabajador con más de 15 años en la empresa fue más directo: “Pagamos todos los días lo que nos corresponde, pero la empresa sigue siendo extorsionada. Entonces, ¿dónde está el dinero?”.
Amenazas constantes y abandono laboral
Los testimonios de los choferes revelan que la empresa lleva más de un año bajo amenazas de mafias que exigen cupos. Sin embargo, aseguran que el dinero que ellos entregan no garantiza su seguridad. “Hace poco me amenazaron en plena avenida Universitaria. Me dijeron que le avisara a mis jefes que se pongan de acuerdo. Yo lo reporté al gerente, pero me respondió que hacía meses que no pagaban porque no tenían a qué cuenta depositar”, narró un conductor de la ruta 1180, quien decidió mantener su identidad bajo reserva.
A esta situación se suman otras irregularidades: los trabajadores señalan que no tienen seguro ni contrato formal, deben aportar S/10 adicionales como fondo para papeletas o accidentes y, si reclaman, son despedidos.
Exigen respuesta inmediata del Estado
Los transportistas han decidido mantener la paralización hasta que se adopten medidas que les brinden garantías para trabajar. “Necesitamos apoyo del Ministerio del Interior y de la Policía. ¿Cuántos muertos más quieren que haya en las pistas? Nos están matando como perros”, advirtió uno de los voceros.
Mientras tanto, los familiares de Alfredo Ramón lloran la pérdida de un padre de familia que llevaba tres años trabajando en la empresa, víctima de una ola de violencia que, según sus compañeros, podría repetirse en cualquier momento si no se actúa de inmediato.
























