Más de 1.300 policías han sido denunciados por diversas faltas y delitos, según Inspectoría General
Corrupción. De ellos 629 son investigados por faltas contra la administración, 327 por delito contra la vida el cuerpo y la salud, 242 por patrimonio y 151 por delito contra la libertad.
- Cierran Mall del Sur temporalmente: Municipalidad de San Juan de Miraflores detectó riesgo por cables expuestos
- Senamhi alerta incremento de temperaturas y prevé hasta 30 °C a fin de mes en Lima Metropolitana

“Cuesta creer que, en todos los casos investigados, los comisarios o jefes de unidades sean ajenos al comportamiento delictivo de sus efectivos”, dice indignado un oficial de la Policía.
Y es que, algunos casos recientes han vuelto a exponer la infiltración criminal en las fuerzas policiales, sumándose a una larga historia de vínculos estrechos entre grupos criminales, el narcotráfico, la corrupción y las fuerzas de seguridad.
TE RECOMENDAMOS
EL FRACASO DE LÓPEZ ALIAGA Y PLAYA LAS SOMBRILLAS EN RIESGO | FUERTE Y CLARO CON MANUELA CAMACHO
El 5 de agosto último detuvieron nueve policías que habrían ejecutado seis falsas intervenciones sembrando drogas, municiones o armas de fuego a un cambista y comerciantes. La Fiscalía Contra la Corrupción de Funcionarios de Lima Sur pidió para ellos 18 meses de prisión preventiva pero el Poder Judicial ordenó su liberación.
Serán investigados en libertad y tendrán que pagar una caución de S/ 15.000 como parte de las medidas dictadas en audiencia.
Apenas 23 días después, seis policías de la Brigada Especializada Contra el Crimen Organizado Lima Sur, preparados para combatir la extorsión y el sicariato, fueron intervenidos acusados de pedir 3 mil soles a detenidos en Independencia.
Altos mandos policiales también han estado estrechamente vinculados a corrupción o faltas graves. Es el caso del coronel Jaime Artica, jefe de la Sub Unidad de Acciones Tácticas (Suat), quien es investigado por el delito contra la libertad sexual en agravio de una joven.
En abril un comisario y dos suboficiales fueron detenidos por estar implicados en la venta de carros robados. En ese mismo mes otros cuatro efectivos fueron arrestados en Nasca por solicitar S/1.000 a una comerciante mediante Yape.
Variedad de delitos
De acuerdo al general Jhonny Véliz, inspector general de la PNP, en el primer semestre del año se reportaron 1.382 denuncias contra policías por distintas faltas y delitos en diversas regiones del país.
De ese total, 629 fueron por faltas contra la administración pública, 327 por delitos contra la vida el cuerpo y la salud, 242 corresponden a crímenes contra el patrimonio y 151 a distintos delitos contra la libertad.
Además, son 993 agentes del orden que fueron detenidos. De ellos, 222 enfrentan cargos por violencia contra la mujer; 191 contra la administración pública, 181 por crímenes que atentan contra la vida, el cuerpo y la salud (homicidio), 151 por delitos relacionados con la seguridad pública, 121 por delitos contra el patrimonio (robo) y 54 por infracciones contra la libertad.
Ante este tipo de hechos que involucran a tantos policías y comisarías como unidades estratégicas, cuesta creer que muchos jefes hayan resultado siempre ajenos al comportamiento delictivo de malos efectivos.
Y cabe plantearse si en algunos casos no se trata de actividades que, ante la falta de control de las instancias políticas, se han convertido en rutinarias y, quizás, en mecanismos de recaudación ilícita.
Llama poderosamente la atención la respuesta del ministro del Interior, Carlos Malaver. Según el funcionario, la PNP “se ha depurado bastante” y es ella misma la que investiga.
“Yo lo he dicho desde que asumí el cargo y he reconocido: en el sector y en la Policía hay corrupción. Inclusive, me agradaría que así lo reconozcan otros jefes o representantes de otras instituciones del sector justicia”, sostuvo.
“Estamos hablando del Ministerio Público, del Poder Judicial y del Inpe. Que reconozcan que, dentro de sus integrantes, hay algunos malos elementos. Y esos malos elementos, la Policía siempre se preocupa en tratar de sacarlos. Si no, ¿de qué me valdría querer hacer una buena política, de qué me valdría querer hacer una estrategia?”, enfatizó recientemente.
Más llamativo resulta, en cambio, el silencio del Comandante general de la PNP, Víctor Zanabria sobre quien pesa un pedido de suspensión por 18 meses del cargo, al ser investigado por presunto abuso de autoridad e irregularidades durante su gestión en Arequipa.
Delincuentes infiltrados
El coronel (r) Jorge Mejía, exjefe de la División Antisecuestros, señaló que si la delincuencia se ha incrementado es por la vinculación que existe entre algunos malos miembros de la Policía y las bandas criminales.
Precisó que los filtros en el proceso de admisión en las escuelas de la PNP no son eficientes, puesto que muchas veces los delincuentes suelen infiltrarse a través de sus hijos. “Es así como no ingresan el que tiene vocación, por no tener una influencia o el dinero suficiente para ocupar una plaza, esa es una realidad que no se puede negar”, expresó.
Mejía manifestó que la corrupción en la Policía Nacional comienza en algunos jefes. Mencionó que los policías honestos son separados de la institución mientras que los corruptos están en puestos claves.
“Muchos oficiales son investigados por diversos casos, entonces si esto viene desde las cabezas, qué se puede esperar del resto, esto demuestra una secuela de corrupción, y corresponde de una política de Estado para hacer una reestructuración de la institución”, anotó.
Pasaron al retiro a casi 1.000 efectivos
De enero a la fecha han sido pasados a retiro, en primera instancia, 956 efectivos; y pasados a retiro de manera definitiva por el Tribunal de Disciplina, 532 agentes, según la inspectoría.
La sociedad necesita que el delito disminuya sensiblemente. Y también necesita confiar en su policía. Tanto suboficiales como oficiales cuentan con una enorme mayoría de efectivos honestos y valientes que, con frecuencia, pagan ambas virtudes con la vida.
Combatir desde el Gobierno la difusión de la criminalidad policial es la única manera de que esos policías sanos no sientan que sus esfuerzos resultan vanos, dijo en off un experto en seguridad pública.

























