Identifican nuevas rutas de la droga que sale del Vraem
Narcotraficantes utilizan “peque peques” para sacar estupefacientes hacia Atalaya, en Ucayali. También usan vías terrestres. Así extienden negocio ilícito a Bolivia, Brasil y Paraguay.
La mañana del pasado 25 de octubre del 2021, agentes de la División de Maniobras contra el Tráfico Ilícito de Drogas, Los Sinchis de Mazamari, descubrieron en el río Tambo un ‘peque peque’ con más de 400 kilos de cocaína. Siete meses después, el último 28 de abril, encontraron otros 160 kilos que fueron transportados por vía fluvial desde Ayacucho hacia Ucayali.
La ‘ruta blanca’. Así le llaman al nuevo corredor de la droga que es elaborada en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Estas rutas surcan tierra, agua y aire y, aunque están identificadas y son intervenidas constantemente, se diversifican cada vez más.
Actualmente, el precio de la droga en la zona de producción ha bajado. El kilo de clorhidrato cuesta US$ 600 y el kilo de PBC lavada no pasa los US$ 400. Sin embargo, con solo acercarla a Atalaya (Ucayali) o a Lima, el precio se duplica y hasta se triplica.
Ante semejante margen de ganancia, la droga sale del Vraem como sea: a pie, en ‘caletas’ de camionetas o camiones y en embarcaciones fluviales.
El corredor fluvial
Un informe de la Policía Antidrogas muestra las operaciones que se hacen en los nuevos corredores con la cocaína. El documento establece también que la cocaína peruana que sale de Atalaya, y desembarca en Bolivia, llega a Brasil y Paraguay. El mayor tráfico de cocaína que sale desde el Vraem lo hacen por el corredor fluvial.
La travesía se inicia en Sivia y surcan hacia Mayapo y Llochegua a través del río Apurímac. De la confluencia con el río Mantaro, se forma el río Ene, y siguen su recorrido desde la ruta de puerto Ene, Valle Esmeralda, Sol de Oro, Boca Anapati hasta puerto Remolino o Prado. Es un viaje de ocho horas con motor fuera de borda.
De la unión del Perené y Ene se forma el río Tambo. Por ahí continúan su recorrido hacia la provincia de Atalaya durante seis horas. Los narcos llegan hasta las cercanías de las pistas clandestinas de donde embarcan la droga en avionetas hacia Santa Cruz, Bolivia.
Las rutas terrestres
Pero las organizaciones criminales también utilizan el corredor terrestre. Salen desde el Vraem hacia Pangoa (Junín) y de ahí rumbo a Atalaya.
Utilizan camionetas modernas 4x4, y el recorrido se inicia en Pichari, desplazándose por la ruta de Teresa, Mantaro, Natividad, puerto Ene, Valle Esmeralda, Sol de Oro, Boca Anapati, Santa Cruz, Cubantia y Pangoa.
El viaje tarda unas nueve horas y ocultan la droga en compartimentos secretos en la tolva, carrocería, tanque de combustible y neumáticos de los vehículos.
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Ante el incremento del accionar delictivo se ha replanteado la estrategia con inteligencia y técnicas especiales de investigación para capturar y desarticular estas redes. “Los operativos son permanentes”, señala el coronel Leonaldo Ugaz Tapia, jefe de la División Contra el Tráfico Ilícito de Drogas, Los Sinchis de Mazamari.
Así, el 8 de mayo detuvieron a Julio Curo Fernández con una carga de cocaína, cerca de la comunidad nativa de Mazaronquiari, Satipo y en Sarabamba (Ayacucho). Confiscaron 604 kilos de marihuana.
Las otras rutas identificadas desde el Perú a Bolivia (vías terrestre y fluvial) son Vraem-Juliaca- Puno-Pomata-Ilave-Bolivia. También Vraem-Juliaca-Puno-Pomata-Yunguyo-Bolivia. Asimismo, Vraem-Juliaca-Puno-Pomata-Desaguadero-Bolivia. Sandia-Juliaca-Puno-Ilave-Yunguyo-Desaguadero-Bolivia.
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Operación en río Tambo
Más de 400 kilos de cocaína fueron incautados por Los Sinchis de Mazamari en octubre del 2021. La droga salió del Vraem y era llevada hacia Atalaya, en Ucayali, por vía fluvial.
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